El neomorenista señaló que no la incluyó en su declaración 3de3 porque es una herencia familiar.

Por: Mario Galeana

El candidato Miguel Barbosa Huerta negó que el suntuoso Rancho San Miguel Tepequexpan, ubicado en la Sierra Negra, sea de su propiedad.

En un video difundido ayer, el senador con licencia argumentó que el inmueble está en poder de su familia desde hace más de un siglo. La propiedad, dijo, fue heredada por su padre, Miguel Barbosa Valiente, a su madre, Teresa Huerta.

“Cuando fallezca mi madre, si es que fallece antes que yo, bueno, pues recibiré una quinta parte si es que muere intestada; si no, será respecto a su testamento”, añadió el candidato por la coalición Juntos Haremos Historia (Morena-PT-PES) al gobierno de Puebla.

Barbosa Huerta dijo que, por lo anterior, el inmueble —que de acuerdo con pobladores tiene una superficie de 300 hectáreas— no figure en su declaración patrimonial.

También negó que haya realizado modificaciones suntuosas a la construcción original, como afirmó a esta casa editorial un obrero que participó en la reconstrucción del inmueble.

“Respecto a que tengo un castillo, ¡por favor! Es la rehabilitación de una casa: paredes altas —porque debe haber paredes altas—, y es sólo la rehabilitación de una casa”, arguyó el ex perredista.

Sin embargo, evitó pronunciarse por el uso de cedro rojo y caoba con el que cubrió las paredes y el piso de la construcción, y hasta la habilitación de un helipuerto al interior del mismo, como aseguran pobladores de la región.

El rancho de la familia de Barbosa Huerta se encuentra a la mitad del camino que va de San Miguel Tepequexpan, en Zoquitlán, a la localidad de Huitzamaloc, en Ajalpan.

Pobladores consultados aseguran que su reconstrucción inició hace tres años. El inmueble posee cuatro torres en las que, según testimonios, hay hombres armados dedicados a la vigilancia del mismo.

Por otra parte, el ex perredista acusó a esta casa editorial y al periódico Cambio de difundir la edificación de este inmueble como una estrategia de guerra sucia en su contra, alegato al que ha recurrido desde que se hallaron anomalías en su declaración patrimonial.

“No me sorprende que de estos dos periódicos venga esto, porque están en la lógica de la guerra sucia, de la campaña de lodo por los intereses que representan. Voy a hablar con todos, ¿eh? Y bien. No soy rencoroso, pero parece que no tienen límites. Piensan que me asedian, son los ejecutores de la teoría del asedio.

No: están muy lejos de que a Miguel Barbosa lo asedien. Ya vengo muy corrido”, dijo.

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