Las Serpientes

Por: Ricardo Morales Sánchez / @riva_leo

 

Este proceso electoral ha dejado dos cosas en claro: el papel clave que juega Puebla dentro de la lucha por Los Pinos en la elección federal. Y por otra parte, que la unidad es clave para poder obtener el triunfo y, quien logre cohesionar mejor sus filas en la recta final del proceso, será quien se alce con el triunfo y se quedará con las llaves de Casa Puebla.

A nivel federal ha quedado claro la importancia que tiene Puebla en la lucha por Los Pinos, al menos así lo han dejado ver tanto Andrés Manuel López Obrador, el candidato por Morena a la presidencia de la República, como Ricardo Anaya Cortés, abanderado de la coalición Por México al Frente, quienes el fin de semana encabezaron diferentes eventos en varios municipios de la entidad.

El tabasqueño López Obrador ha consolidado su presencia en un estado donde, se cree, el político nacido en Macuspana puede obtener más de un millón 200 mil votos, lo que sería clave en sus aspiraciones presidenciales.

A su vez, Anaya recibió en Cuetzalan, Puebla, el respaldo de seis gobernadores emanados de los diferentes partidos que conforman la coalición Por Puebla al Frente.

El queretano no sabe a ciencia cierta cuántos votos puede recibir de apoyo en el estado, donde su presencia en espectaculares y bardas es mínima. En los hechos, la entidad debería de ser “anayista”, pero las encuestas demuestran lo contrario, ya que existe una amplia preferencia hacia López Obrador.

Al menos, en el papel, Anaya se vio cobijado por las bases del morenovallismo, pero también por los gobernadores emanados de los diferentes partidos que conforman la coalición, quienes no se habían visto activos a favor de su abanderado presidencial.

Es más, los mandatarios habían estado apáticos en cuanto al apoyo que le deben brindar al queretano, quien se ha visto muy solo en su lucha contra López Obrador y contra Los Pinos.

Puebla es, sin duda, una entidad clave en la batalla por la Presidencia de la República y así ha quedado demostrado.

A nivel local, queda muy claro que la unidad es una de las claves para definir al ganador de la contienda que tendrá su punto culminante el 1 de julio. Los tres principales contendientes no han estado exentos de problemas internos.

En el PAN, el distanciamiento entre el grupo en el poder y el candidato a la alcaldía de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, al parecer ya quedó atrás.

Este fin de semana, en San Pablo Xochimehuacán, dos morenovallistas de cepa, Jorge Aguilar Chedraui, aspirante a diputado federal por el distrito 9 con cabecera en Puebla, y Jesús Zaldívar Benavides, abanderado a diputado local por el distrito 10 con cabecera en la capital, arroparon al candidato a la presidencia municipal, Eduardo Rivera Pérez, algo que no se había visto durante este primer mes de campaña.

Aguilar Chedraui y Zaldívar Benavides son los dos contendientes más fuertes de la coalición en la capital y sus estructuras serán clave para que Eduardo se pueda alzar con el triunfo y para abonar al trabajo a favor de la candidata a la gubernatura, Martha Erika Alonso.

Los dos aspirantes panistas mejor posicionados en la capital mandaron un mensaje muy poderoso hacia Rivera Pérez.

Lo mismo ocurrió en la lucha por la gubernatura, donde el mandatario estatal, Tony Gali y su esposa Dinorah López, en pleno uso de sus derechos constitucionales y en fin de semana, acompañaron a su candidata, Martha Erika Alonso, para dejar constancia de dónde está su corazón y su lealtad.

Del otro lado, en el frente de la coalición Juntos Haremos Historia siguen las dudas y las diferencias entre los candidatos a la gubernatura; Luis Miguel Barbosa y la aspirante a la alcaldía, Claudia Rivera Vivanco, quienes se tratan de evitar.

Adicionalmente, Claudia ya no puede ver ni en pintura a Gabriel Biestro, el dirigente estatal de Morena, quien se comporta como si fuera el jefe de la abanderada a la alcaldía, porque dice que esa posición era para él y que se la cedió a la ex árbitro de futbol.

En el PRI las cosas no pueden estar peor, el aspirante a la alcaldía Guillermo Deloya y el abanderado a la gubernatura, Enrique Doger, no se hablan y evitan a todo momento aparecer juntos.

Por más que el dirigente estatal del PRI, Javier Casique, ha buscado reunirlos, quedó claro que ninguno de los dos tiene voluntad de hacerlo, es más, Doger ya dijo que no quiere hacer ningún evento con Deloya.

Por si fuera poco, la CTM, manejada por Leobardo Soto, dejó en claro que van a apoyar a la candidata Martha Erika Alonso, quien recibió el respaldo de esta central el pasado fin de semana, cuando fue cobijada por integrantes de varios sindicatos adheridos a este organismo.

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