Por: Manon Lemaire
La experimentación, la transgresión de límites y la dimensión lúdica caracterizan el trabajo de Pepe Gracmor.
El artista creó un estilo propio, la mayagrafía, escritura gráfica y visual resultado de la experimentación entre influencias de gráfica y tipográfica de procedencia maya, el graffiti y el pop art.
Su interés por la caligrafía y la cultura maya lo llevó a reflexionar sobre el significado de la palabra, de la letra y del símbolo.
Como en los glifos mayas, en la mayagrafía la palabra puede ser representada por varios símbolos para adaptarse fluidamente a lo que se quiere decir.
Artista versátil, Gracmor está en constante búsqueda de posibilidades artísticas y creativas para expresarse y transmitirnos ideas y mensajes sobre lo que esta “viendo, viviendo y experimentando en el ahora”.
Las formas, base de su proceso creativo, se adaptan a los soportes, estructuras, espacios y materiales, interactuando directamente con ellos para crear piezas originales y únicas.
Sus colores vivos y hasta psicodélicos llaman y conmueven para acercarnos a las figuras y símbolos entrelazados mediante líneas y puntos; un mecanismo que compone, pero también descompone, sus complejas composiciones geométricas.
Gracmor provoca a la imaginación y a la percepción a expandirse más allá de lo establecido. Juega con el espectador, invitándolo a interactuar y experimentar con sus obras. Mediante este acercamiento lúdico podemos encontrar significados insólitos, formas dentro de las formas, como el niño que alguna vez le dijo al artista que veía a un Iron Man en una de sus composiciones.
