La Quinta Columna 
Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam

Varias son las víctimas de las lenguas de Andrés Manuel López Obrador y sus operadores.

Los dos visibles tienen nombres y apellidos:

Tatiana Clouthier, supuesta coordinadora de AMLO, y Paco Ignacio Taibo II.

Este último fue crucificado y aniquilado al tercer día cuando apareció un video suyo en el que pedía lo que siempre ha pedido:

Que el gobierno revolucionario de su candidato expropie las empresas de los ricos de México.

(Nada nuevo en este excelente escritor que desde niño trae los genes del bolchevismo en las venas).

Una vez que se generó una polémica sobre sus dichos, Paco Ignacio Taibo II fue enviado a la Siberia lopezobradorista y no ha vuelto a dar señales de vida.

A Tatiana Clouthier también le comieron la lengua los comisarios de MORENA.

¿Su pecado?

Haber dicho ante estudiantes del CIDE que su candidato en Puebla no era Miguel Barbosa y que lo más inteligente era hacer un voto cruzado.

Textualmente dijo:

“Esa es la parte que me enorgullece de razonar mi voto. Que los partidos entiendan que, si no me gusta lo que me ofrecen, no los voy a premiar”.

Incluso aseguró que ella votaría en Monterrey por candidatos que no son de MORENA.

El primero en írsele con todo fue el propio AMLO.

En sus mítines empezó a decir que quienes llamaban por hacer un voto cruzado eran infieles, traidores y malosos.

Y en el extremo de la descalificación, los acusó de formar parte de la Mafia del Poder.

A la par, Tatiana Clouthier desapareció de los espacios televisivos a los que acudía a defender las tesis lopezobradoristas.

Este domingo, la comisaría Yeidckol Polevnsky —llamada en realidad Citlali Ibáñez Camacho y ligada al cacique Maximino Ávila Camacho— estuvo en Puebla y acusó de traición a la Patria —sin mencionarla de nombre— a Tatiana Clouthier.

Esto dijo entre aplausos de dóciles Peje Zombies:

“No es válido que digan ‘a mí sí me cae bien Andrés Manuel, pero el candidato o candidata a no sé qué cargo, no’. No, perdónenme, pero esto se trata de un proyecto que requiere altura de miras y que demanda los votos de todos y todas (…) El voto cruzado es traición a la patria y traición a este movimiento”.

Desde su frío exilio, Tatiana Clouthier y Paco Ignacio Taibo II han de mirar sorprendidos los más recientes sainetes.

En otro tema, Jesús Silva-Herzog Márquez escribió este lunes en Reforma unas líneas perturbadoras a propósito del affaire Layda Sansores-Denise Maerker relacionado con los gastos suntuarios de la senadora en maquillaje, tintes de pelo, bacalao noruego, jamón serrano, joyas y juguetes de precios delirantes.

La cita es larga pero reveladora:

“Lo advertía bien Maerker en el reportaje: el problema no es solamente el abuso de la campechana que emplea esos recursos como le da la gana sino de la institución que avala esas prácticas. ¿Hay algún oficio que pidiera a la senadora justificar el vínculo entre la muñeca de $4,940.00 y sus actividades parlamentarias?

“Decía que llega en buen momento el reportaje de Televisa porque anticipa una tentación en el futuro gobierno: creer que la lucha contra la corrupción es una lucha contra sus adversarios de siempre; negar que tendría que ser, también, una lucha contra muchos de sus aliados.

“(…) Nadie puede ser elocuente cuando lo pillan con las manos en la masa. Era imposible que la candidata Sansores expusiera un alegato atendible. Sus aliados, en cambio, tenían la oportunidad de mostrar su compromiso con la probidad y con la ley. Todos, o casi todos, fallaron. Andrés Manuel López Obrador reaccionó como lo hace habitualmente: descalificando la crítica. Es parte de la guerra sucia, dijo el candidato presidencial. La candidata al gobierno de la Ciudad de México siguió la misma pauta. Para Sheinbaum los documentos (cuya autenticidad no ha sido cuestionada por nadie) eran calumnias. Lo más preocupante es lo dicho por Irma Eréndira Sandoval porque ha sido propuesta por López Obrador para ocupar la Secretaría de la Función Pública. Las revelaciones exigían a su juicio cerrar filas contra los enemigos: ‘Mi solidaridad y apoyo con (sic) nuestra senadora y próxima alcaldesa en Álvaro Obregón, Layda Sansores’. ¿Puede una mujer que reacciona de esa manera ocupar una posición clave en la lucha contra la corrupción?

“Lo que retratan los reflejos de López Obrador, Sheinbaum y Sandoval es que en su lucha contra la corrupción importa más la lealtad que la probidad. Serán pillos pero son nuestros pillos”.

Ufff.

Algo similar vino a decir la comisaria Yeidckol Polevnsky cuando un reportero le proguntó sobre las irregularidades atribuidas a Miguel Barbosa:

“No me distraigo en tonterías, la verdad. Yo creo en el trabajo, en el compromiso social; creo que Miguel Barbosa es un luchador social que ha hecho un trabajo importantísimo para sumar compañeros y compañeras en Puebla”.

Son pillos, sí, pero son nuestros pillos.

Igual que como decía el presidente Roosevelt del dictador nicaragüense Anastacio Somoza:

“Es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta”.

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