Por: Redacción
Originaria de Atlixco, Puebla, Ashley Quintero Flores, egresada de la Facultad de Administración de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), trabaja en el Consulado de México en Nueva York tras su buen desempeño durante sus prácticas profesionales, desde ahí, brinda asesorías jurídicas a los connacionales migrantes que llegan en busca de una solución a sus problemas.
Un día, una mujer joven llegó a solicitar asesoría jurídica para corregir su nombre, tras ver su pasaporte, Ashley Quintero Flores previó que el proceso sería complicado: “No iba por un error ortográfico. Ella quería cambiar su nombre de varón”.
“Ella es una mujer de 26 años, muy exitosa, emprendedora en la industria de la moda neoyorquina, y tiene que lidiar con esto cada que le llaman. Para ponerle fin, debe ir a juicio a México, donde sólo vivió su primer año de vida, lo que resulta imposible por su condición de ilegal”, recordó Ashley, sobre este tipo de personas que al no ser “ni de aquí, ni de allá” viven sin el respaldo de alguna nación.
Otro caso es el de un mexicano que necesitaba presentarse en Ciudad Juárez, Chihuahua, para tramitar una carta de antecedentes no penales, uno de los requisitos para poner en orden su estatus migratorio.
Tampoco él podía salir del país por ser indocumentado; en esos casos, el Consulado ayuda tomando las huellas dactilares y certificando los documentos de quienes están en esta situación para que alguien más efectúe los trámites por ellos.
Como estos dos casos, hay cientos de mexicanos que pasan por situaciones diversas en el país norteamericano: “Todos los días hay casos extremos de los que se aprende. Los problemas son muchos. Al ser ilegales, muchos mexicanos están limitados a no ganar un buen sueldo, a conformarse con cualquier trabajo”, relata Quintero Flores.
El cónsul Juan Carlos Rodríguez Muñoz fue quien le dio la oportunidad de ser administradora en el Departamento de Asuntos Jurídicos, donde al mes procesan alrededor de 150 actos jurídicos.
