Científicos realizan un estudio y presentan evidencias de cambios en propiedades aerodinámicas de la pelota que podrían explicar el aumento de 35% en la tasa de jonrones en los partidos
Por: Redacción
Foto: Archivo EsImagen
En los últimos dos años la tasa de jonrones en las Grandes Ligas aumentó 35 por ciento, por lo que un grupo de científicos realizó un estudio y presentó evidencias de cambios en propiedades aerodinámicas de la pelota que podrían explicar el éxito en los partidos de beisbol.
El equipo de trabajo estuvo integrado por 10 científicos de diversas disciplinas para analizar el comportamiento de la pelota al lanzarla y batearla, su trayectoria y vuelo, así como las características físicas del balón utilizado.
El profesor de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad de Stanford y quien ha trabajado en el área de dinámica de fluidos (flujo de aire alrededor de una pelota de beisbol), Roger Blandford, formó parte del equipo científico y se refirió a los resultados en un comunicado difundido por la institución.
Resultados y posibles explicaciones
Después de la investigación, los académicos tuvieron indicios de que el arrastre de la bola se ha reducido, lo que significa que la cantidad de fricción asociada con la pelota volando por el aire es menor y, por tanto, llega más lejos. Es posible, destacaron, que eso describa lo que sucede con los jonrones, pero falta investigar más.
En los últimos cuatro o cinco años, los expertos analizaron los datos de “vuelo” de la bola, cuando sale del bate o deja la mano del lanzador e incluso analizaron el proceso de elaboración de las esferas, ya que algunos creen que los jonrones se deben a que las pelotas (por su material y proceso de elaboración) rebotan más que antes.
En este tipo de pelota el hilo rodea una “píldora” sólida, materiales que están cubiertos de cuero con costuras. Los expertos realizaron pruebas de laboratorio, acudieron a la fábrica de pelotas en Costa Rica y concluyeron que no encontraron diferencias en su fabricación.
Por ello, el comité ofreció una lista de recomendaciones que incluyen estudios adicionales sobre las propiedades de arrastre de las pelotas y monitoreo del ambiente climático donde son almacenadas, entre otras.
En los últimos años, los mismos equipos deportivos cuentan con sistemas que les permiten monitorear los campos, determinar velocidades, giros y mediciones en los partidos.
