La Quinta Columna

Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam  

Misraim Hernández tiene una imagen limpia de día gracias a su trabajo como activista de los derechos humanos y articulista de la página Lado B.

Pero cuando anochece, este politólogo de gesto bondadoso se transforma en Jack el Destripador.

Entonces no tiene empacho en ahorcar a sus víctimas con la mirada desorbitada.

Esto le pasó, aunque no era de noche, el martes 3 de julio, cuando junto con algunos porros legislativos de MORENA y pandilleros a sueldo ingresó a punta de gritos y patadas a un salón del Hotel MM, en Puebla, donde, al decir de éstos personajes histéricos, se perpetraba un fraude electoral que haría palidecer a monsieur Bartlett.

Nuestro héroe, pues, entró al lugar, y lejos de su condición de ombudsman permanente perdió los estribos, agarró a un tipo del pescuezo —como se toma a las gallinas en los pueblos—, y se lo apretó —el pescuezo—a la par que gritaba con mirada de asesino serial: “¡Que te sientes, chingada madre!”.

Ante tan amable invitación, la pobre víctima no tuvo más remedio que sentarse, mientras los porros legislativos lanzaban platos, cucharas, tenedores, cuchillos y hasta vasos sobre los asombrados panistas, chicas jóvenes en su mayoría.

Quien esto escribe identificó a Misraim gracias a un periodista poblano y subió el video que exhibe sus mañas poco cristianas a las redes sociales.

En respuesta, el activista, seguramente agobiado por la cruda electoral, quiso manipular los hechos y se defendió desde su cuenta de Facebook.

Su respuesta no tiene desperdicio y la comparto —con todo y su mala redacción— con el hipócrita lector:

“Lo que es la manipulación de las fotografías cuándo no se está presente en los hechos, la persona a la que le grito y someto es un compañero que fue golpeado y herido por los PANISTAS, cuándo lo tomo del cuello y le grito que se siente es porque quería ir a buscar a sus agresores, él al sentirse impotente por los golpes que le propinaron, se enfurece y decide ir a buscarlos para encararlos, con el ánimo de no generar agresiones le someto y le grito que se siente, porque estaba muy enojado por los golpes que le propinaron y no me escuchaba.

“Gracias por dedicarme fotos en primeras planas de la mayoría de periódicos locales, ojalá así lo hubieran hecho con mis temas de DDHH.”.

Más allá de que nuestro héroe también cojea en el uso de las tildes y la puntuación —reprobable en un articulista doblado de politólogo—, sorprende que a su nueva fama de sociópata agregue la de mentiroso.

El video (que el lector podrá ver en este espacio) es demoledor, pues exhibe al multicitado en su condición de Charles Manson.

No hay error alguno.

El cuerpo no sólo no miente.

Tampoco el desgarrador grito.

Si quería ayudar a su compañero, le hace falta un curso urgente de primeros auxilios.

Un activista de Derechos Humanos sabe que así no se trata a una víctima.

Es como si el padre Solalinde quisiera proteger a Nestora, virtual senadora de MORENA, apretándole el cogote.

Ayudas como ésas no se agradecen.

Además, nuestro activista se exhibe cuando sólo habla de “manipulación” de fotografías, pues lo que verdaderamente lo hunde es el video.

Como la solidaridad de sus amigos no fue suficiente, Misraim mal redactó otro comunicado:

“Esto que me hicieron los PANISTAS sí es violencia, pero como yo no pago primeras planas ni tampoco a la televisión, no lo hacen público.

“Así se ha conducido el Morenovallismo desde hace casi 8 años,  por eso no me extraña que se ensañen conmigo, desde el 2014 que exhibí las mentiras de Rafael Moreno Valle al querer esconder el asesinato de José Luis Alberto Tlehuatle Tamayo con una bala de goma con su famosa “Ley Bala”

“Desde entonces no me perdona ser uno de los obstáculos en su sueño para su carrera presidencial, ni tampoco demostrar que fue Martha Ericka Alonso la que dio la orden de corrernos del foro mundial de la Infancia; por eso agradezco a todas las personas que me han enviado mensajes de apoyo y para saber sobre mi salud, lo he dicho antes,  es en estos momentos cuándo te das cuenta de quién está realmente contigo y quién tiene ciertos interéses económicos o sociales con el Morenovallismo”.

(Nuevas disculpas al lector por la pésima ortografía y peor redacción de nuestro héroe).

Ahora nos enteramos de que Misraim fue “uno de los obstáculos” en el sueño de Rafael Moreno Valle “para su carrera presidencial”.

Ufff.

Siempre creímos que el responsable había sido Ricardo Anaya.

Es claro que vivimos en el error.

En algo no se equivoca: tiene un brazo muy largo, tan largo que es capaz de despescuezar a una víctima desde su condición del Charlie Manson de por aquí cerquita.

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