La Quinta Columna

Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam  

Convocada por MORENA a través de sus adictos en diversas organizaciones, la marcha ciudadana fue todo menos eso.

Ahí estuvieron, dictando el guión y los protocolos, la esposa y la mamá de David Méndez, vocero de MORENA.

Igualmente: Norberto “El Zurdito” Amaya y Luis Soriano.

La convocatoria fue tan mala que a través de transmisiones de Facebook Live algunos gritones pedían que la gente saliera de sus casas y se sumara a ellos.

Ya en el zócalo de la ciudad, los oradores —los arriba citados y Manuel Carmona, eterno Jefe de Prensa del priista Germán Sierra— pidieron a gritos que Martha Érika Alonso no se convirtiera en gobernadora de Puebla.

Casi a la misma hora, lejos de la diatriba y la protesta, Alejandro Armenta y su suplente recibieron la constancia de mayoría que los acredita como senadores.

Felices y contentos, los nuevos adictos morenistas hicieron valla para que pasaran los senadores electos.

¿Nombres?

El ex priista Polo de Lara y el ex panista Jesús Encinas.

En otro lugar, cercado por unos 500 uniformados, Marta Érika Alonso recibió su constancia de mayoría en medio de gritos de “¡fraude!” de quien llevó a porros y pandilleros el martes pasado al Hotel MM: José Juan Espinosa.

Entre la histeria y la historieta, el diputado local electo fue acompañado en su griterío por Raúl Barranco —candidato perdedor en Izúcar de Matamoros—, un desconocido que representaba a MORENA en el Instituto Electoral del Estado y Jorge Méndez, padre del vocero de este partido y esposo de Rosa Márquez, conocida en el pasado reciente como “Rosa Salvaje”, porque ella y Norberto Amaya usufructuaron becas de SEDESOL en gobiernos priistas.

(Así lo documentó en un célebre reportaje Beatriz Gutiérez Müller).

José Juan Espinosa se desgarró la garganta en el IEE y luego se fue a celebrar la constancia de mayoría de su esposa y la suya propia.

De Barbosa ya nadie se acordó.

Tres semanas antes de que se realizara la elección, Barbosa y los suyos empezaron a correr la versión de que irían por la anulación de los comicios.

Lo curioso es que siempre aclaraban que ganarían los mismos.

Santiago Nieto, asesor jurídico de MORENA, dijo la tarde del primero de julio que irían por la anulación, pero Barbosa lo calló al grito de “¡no, porque vamos a ganar!”.

Los días posteriores la escena se repitió con mayor vehemencia.

Este domingo, por fin, Barbosa aceptó en un video que sí pedirán la anulación.

Era tan previsible este anuncio que fuentes de MORENA admitieron ante quién esto escribe que esa idea surgió desde el primer momento.

Y dijeron más: “La desorganización era de tal tamaño que no tuvimos representantes en todas las casillas. Y de las actas mejor ni hablamos”.

Qué duro se ve a la distancia el triunfo ajeno.

Qué terrible la derrota sin nadie.

Las nubes arman su estrategia.

Una pesada lluvia está por caer.

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