La Entrega
Por: Adrián Ruíz / [email protected]
La violencia se hizo presente en el proceso electoral de Puebla. Los acontecimientos irregulares en las horas posteriores a las elecciones provocaron un tenso compás de espera. La decisión para el cargo más relevante quedó en el aire.
La inconformidad de Juntos Haremos Historia, porque no aceptan haber perdido, encendió los ánimos de la ciudadanía en un grado peligroso. La violencia está a flor de piel y sólo basta una chispa para que la explosión alcance dimensiones riesgosas para todos.
Los políticos involucrados deben hacer conciencia que antes de su insaciable hambre de poder y riqueza está la seguridad de los poblanos. Jugar con fuego como lo hicieron en el hotel MM la tarde del martes es buscar derramamiento de sangre innecesario.
Por supuesto la gubernatura es un platillo suculento que todos quieren disfrutar. ¿Pero qué méritos tiene Luis Miguel Barbosa y compañía para sentarse a la mesa?
Después de la cruda del martes y con la cabeza sin dar vueltas surgen varias interrogantes que serán despejadas por las autoridades electorales en su momento.
También, entre otras ¿por qué en el hotel no estuvo presente el principal afectado: Barbosa? Necesitó a Fernando Manzanilla, Alejandro Armenta y José Juan Espinosa, quienes ya tienen su dulce en la boca.
¿De dónde llegó la orden para buscar reventar la elección? De México, en forma directa a los tres mencionados porque Barbosa se negó.
La tranquilidad en la casa de campaña del morenista se acabó después de las tres de la mañana del pasado lunes.
