La Entrega
Por: Adrián Ruíz / [email protected]
Mientras llega el momento de asumir la gubernatura como la primera mujer en la historia, Martha Erika Alonso realiza su vida, incluido ser ama de casa, mientras deja que la parte inconforme se desgaste con sus propios demonios. Y en tanto pasa la efervescencia política, realiza sus actividades.
La futura administradora del estado dejó colgado el traje de candidata política la noche del domingo 1 de julio. De inmediato, volvió a portar la vestidura de la sencillez para regresar a sus actividades normales.
La tarde-noche del martes 17 de julio, como acostumbra, acudió a comprar la despensa a un supermercado en el Circuito Interior. Al lugar donde la conoce el personal, entró y salió sola.
Martha Erika, como cada vez que acude al lugar, bromea y platica con los trabajadores que la conocen.
Recorrió los pasillos para elegir los productos necesarios. Al filo de las 20:30 horas salió con el carrito cargado, para dirigirse al estacionamiento hacia su camioneta.
La gobernadora electa transitó por las calles de la capital sin el menor contratiempo. Las campañas y actos de repudio montados por sus opositores, principalmente en las redes sociales, sólo son eso. Martha Erika recibe muestras de apoyo en los lugares públicos a los que acude.
Esas muestras le dan la seguridad para estar lista y asumir la gubernatura. La tranquilidad que le da convivir con los poblanos vislumbra una mandataria dispuesta a servir a todos.
Sabía que al día siguiente sostendría la primera reunión con el gobernador Tony Gali para afinar detalles sobre la transición del gobierno. Como la gobernadora electa se interesa sobre los detalles al respecto.
Para parecer poblano hay que comportarse como tal. Y Martha Erika lo hace incluso en su vida cotidiana.
¿Acaso Luis Miguel Barbosa podría acudir a lugares públicos? ¿Llegar a las tiendas en Puebla? Por supuesto que no. Él realiza compras en Europa y se da el lujo de gastar millones de pesos en un solo día.
Reclama la gubernatura como si la mereciera. El espejismo del millón 27 mil 333 votos en la elección no los consiguió él. Para los poblanos sigue siendo un desconocido. Esa cantidad de sufragios fue para López Obrador. Pero insuficientes contra el millón 152 mil 125 de la ganadora Martha Erika Alonso.
Barbosa fue beneficiado, y muy bien, por el Pacto por México y ahora pretende un segundo beneficio por el efecto López Obrador. No tiene llenadera.
