La Entrega
Por: Adrián Ruíz / [email protected]
La actitud tolerante de Martha Erika Alonso, ganadora de la votación por la gubernatura con un margen de más de 120 mil votos, ante las provocaciones de los representantes de Juntos Haremos Historia lejos está de pasar por alto agravios personales.
La próxima primera gobernadora de Puebla es una mujer de carácter fuerte. En su momento y a lo largo de seis años lo demostrará. Muchos son testigos que sabe asumir responsabilidades. Y a la hora de tomar decisiones lo sabe hacer de manera tajante.
Por el momento, deja las cosas transcurrir en tanto llega el tiempo de gobernar con su sello. Mientras la oposición desgasta los últimos cartuchos que le quedan para obstaculizar su camino la gobernadora electa analiza y mueve sus piezas para la conformación de su gabinete.
El paso más importante se dio el 1 de julio. Sabía que las protestas e inconformidad del perdedor estarían a la orden del día. Para eso, también se preparó y lo enfrenta como suele hacer con los problemas, con tranquilidad y apegada a la ley.
Ni la constancia de mayoría que le entregó el IEE el domingo fue suficiente para que Luis Miguel Barbosa y compañía acepten el descalabro. Por el contrario, fue como un puyazo más al ego y soberbia con la que se manejaron durante el proceso electoral.
La venda que tapa sus ojos les impide reconocer que no son nada en el ámbito político. Y menos en el ánimo de los poblanos. Sólo forman parte de la popularidad de Andrés Manuel López Obrador. Ni siquiera de la marca y movimiento de Morena.
El oportunismo fue el mayor mérito para subirse en el último momento a la nave ganadora. Luis Miguel Barbosa sigue siendo un personaje desconocido para los poblanos. Tan desconocido que cruzaron las boletas a favor de López Obrador y Martha Erika.
Y eso es imposible de aceptar para alguien que es ignorado por los electores poblanos.
REPORTE DEL INFORMANTE
Retorno programado. Una de las primeras acciones en las que se notará la mano de Andrés Manuel será la reaparición de la maestra Elba Esther Gordillo en el escenario político.
El pasado martes por la noche en la CDMX tuvo lugar una reunión de los altos mandos del SNTE, en la que se asumió la decisión de regresar el liderazgo a la eterna mandamás del gremio magisterial.
En realidad, sólo se trató de un compás de espera en el que Elba Esther fue huésped privilegiada en prisión. El triunfo de López Obrador le devolverá el poder en el magisterio, aunque en la práctica nunca lo perdió.
Sólo es cuestión de horas para que Juan Díaz de la Torre, actual dirigente, presente su renuncia al cargo. La decisión fue tomada desde los altos mandos de la próxima administración.
El beneplácito de los hermanos Cupertino y Hugo Alejo por la noticia la celebraron en grande en su tierra natal, Zacapoaxtla, donde el primero se refugió antes de la caída de su lideresa y amiga Elba Esther Gordillo.
