
La Quinta Columna
Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam
Una ex militante del PRI, incorporada repentinamente a Morena, escupe en Twitter en contra del partido que le dio ropa, comida y sustento durante dos docenas de años.
En quince minutos aprendió a ponerse la camiseta de Morena y cree que ese partido es sinónimo de escupitajo, mala ortografía y chillidos esquizofrénicos.
Juan Carlos Natale, candidato del Partido Verde a senador, se pone un chaleco de Morena para demostrar que ya es un fiel acólito de AMLO.
Confunde la palabra mansedumbre con servidumbre, pero es feliz desde su nueva condición de adicto.
Cuando le preguntan las razones de su ruptura con el partido que le dio casas, autos de lujo y negocios sólo alcanza a responder: “México necesita un cambio. Estamos hartos de los políticos de siempre”.
En su inocencia está convencido de que él no es un “político de siempre”, y las adoraciones nocturnas que antes tenía para él Niño Verde ahora cuentan con un nuevo destinatario: Andrés Manuel.
Los candidatos a diputados federales y locales que ganaron este primero de julio están convencidos de que triunfaron porque su carisma es arrasador y los electores tienen por ellos una fascinación abstracta.
No quieren enterarse que cualquier personaje —hasta el tonto del pueblo— podría haber ganado sólo con subirse a la ola de López Obrador.
Ignoran que son como esas adoratrices del Santísimo Sacramento y de la Caridad que existen en función de sus creencias.
Algún día, cuando decepcionen al político más popular de México, regresarán a su condición de parias.
Gerardo y la Señora de Babilonia
Cuando Gerardo Islas ingresó a la actividad política no faltó quienes lo desdeñaran por su condición de amigo de Luis Miguel y de Alejandro Basteri.
“Es un yuppie”, decían con sorna.
Y por eso lo descalificaban.
Ese personaje que participó en las campañas de Rafael Moreno Valle y de Tony Gali, entre muchas otras, hoy acaba de imponerse —al decir de los resultados del PREP— al nefasto Raúl Barranco, presidente en Puebla del partido más retardardatario del país: Encuentro Social.
Gerardo llegó a la Mixteca a contender como candidato de Por Puebla al Frente con veintisiete puntos abajo.
Al terminar el PREP, aventajaba al hipócrita sacristán del PES —es dueño de una fortuna sospechosa— por siete puntos, suficientes como para convertirse en virtual diputado local del distrito 22.
Sobra decir que, en la nueva legislatura del Congreso, Gerardo es quien tiene las mejores armas para defender el proyecto de Martha Érika Alonso, virtual gobernadora de Puebla.
Si: es amigo del Jet Set mexicano y de políticos de primer nivel de todos los partidos.
Eso no fue obstáculo para meterse en la Mixteca y salir con un triunfo que lo honra.
Llora el sacristán en las faldas de Morena.
Hay quienes confunden sus chillidos con una señora de Babilonia que aparece en dos capítulos del Apocalipsis.
