Las Serpientes 
Por: Ricardo Morales Sánchez / @riva_leo

La anarquía inevitablemente provocará tiranía, la tiranía es el semillero de la revolución. Y así el ciclo sangriento se cerrará, a menos de que podamos hallar un remedio para la locura que nos aflige. 
Morris West

La tiranía era entendida en la antigua Grecia como el gobierno de un hombre, quien ejercía el poder de manera absolutista y unipersonal. Este personaje accedía al gobierno de la polis, ya sea por la vía de las armas o del apoyo popular.

Varias veces mencionamos que ante el desorden y la anarquía que México presentaba, en un clima de descomposición social, era el marco necesario para la aparición de un personaje carismático, con un fuerte liderazgo, el cual pudiera ejercer el poder total y absoluto (Mesías).

Los tiempos al parecer se cumplieron, el más grande apoyo popular recayó en la figura de quien será, a partir del 1 de diciembre, el nuevo Presidente de México, quien ya ejerce desde este momento las funciones propias del Poder Ejecutivo ante un Enrique Peña Nieto que ya se hizo a un lado.

López Obrador concentra el poder, con el control total del Congreso, Cámara de Diputados, Cámara de Senadores; los gobernadores que andaban muy sueltos y hacían y deshacían, hoy temen al tener que enfrentar procesos en su contra por el manejo de los recursos públicos. Nadie parece contradecir a quien se ha propuesto como meta ser el mejor Presidente en la historia de México.

El tabasqueño, al más viejo estilo del priismo rancio del siglo XX, es jefe de Estado y de partido, no hay una separación como tal, ni sana distancia entre él y su partido, Morena.

El camino de construcción de la nueva República Amorosa está en marcha, en breve, como ya se ha mencionado.

Porfirio Muñoz Ledo, quien se pretende erigir como el ideólogo de la cuarta República, habló sobre esto en una muy reveladora entrevista con el diario de mayor influencia en la lengua española, El País.

Muñoz Ledo, de 85 años de edad y quien será por cuarta vez diputado federal ahora por Morena, se perfila para ser el coordinador de la bancada del partido en el poder y quien le coloque la banda presidencial al tabasqueño, un anhelo del vetusto legislador electo, quien así se lo pidió a López Obrador.

En la charla con el periódico El País, Muñoz Ledo justifica, ya desde ahora, la mayoría aplastante que su partido tendrá en ambas cámaras y es que Morena controlará desde septiembre a 307 de los 500 diputados y a 68 de los 128 senadores.

“Decir que un gobierno con mayoría es antidemocrático es simplemente absurdo”, responde a las voces que han mostrado su temor por el amplio dominio de la formación de López Obrador. “En México sí nos hace falta una mayoría gobernante. La hubo, pero fue terriblemente autoritaria”. Muy interesante y revelador lo dicho por Porfirio, adiós a las minorías.

Muñoz Ledo adelanta también que habrá dos momentos legislativos importantes.

“El primer bloque de reformas estaría destinado a cumplir las promesas de campaña y afianzar políticamente al presidente López Obrador”. El futuro legislador por Morena reconoce que la tarea no será sencilla. Las iniciativas deben sacarse adelante con cambios presupuestales que no contemplan nuevos impuestos.

Muñoz Ledo augura que el éxito de esa primera etapa abriría un segundo periodo de transformaciones más profundas del Estado mexicano, entre ellas la creación de una nueva Constitución.

“La nueva República depende de un nuevo diseño constitucional, Andrés está convencido de eso. Pero tiene que crear las condiciones hacia mediados de su sexenio. Todavía falta hacer una revisión integral de la Constitución o la convocatoria de una Constituyente. Ahora no se dan las condiciones”.

 

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