Las Serpientes
Por: Ricardo Morales Sánchez / @riva_leo
En una pasada entrega hablé sobre la onda grupera que ya se refleja en Puebla al interior del partido político que encumbró a Andrés Manuel López Obrador, Morena, la cual vivirá muy importantes retos en los próximos años.
De entrada, ya hay muy marcada animadversión contra quien será el coordinador General de Programas Sociales, Rodrigo Abdala, quien pertenece el grupo del ex gobernador Manuel Bartlett Díaz.
Rodrigo es visto por el resto de los aspirantes a Casa Puebla (JJ, Armenta, Manzanilla, Claudia Rivera) como el más aventajado, luego de que concentrará en sus manos todo el dinero y el poder que conlleva manejar lo que antes hacían 42 dependencias federales.
La envidia se despertó a tal punto que el golpeteo comenzó de manera anticipada contra el aún diputado federal, quien ha sido atacado con el tema del fideicomiso “Por los demás”, hay quienes incluso señalan que Luis Miguel Barbosa, quien fue candidato a la gubernatura, aceptaría con agrado como premio de consolación la coordinación general, si es que se desecha su recurso de inconformidad interpuesto ante el TEPJF.
Pero la pugna entre Abdala y Barbosa no es la única que se vive al interior del grupo ganador, el cual aún no goza las mieles del poder y ya sufre sus efectos.
Al interior de lo que será la próxima legislatura local, la cual entra en funciones a partir del 15 de septiembre, ya hay también divisiones y golpes bajos debido a la puja por hacerse del manejo de la Junta de Coordinación Política del Congreso.
El fin de semana pasado, Luis Miguel Barbosa, ante los candidatos ganadores de Morena, dio un albazo al presentar a Gabriel Biestro Medinilla como el coordinador del grupo parlamentario de Morena y por ende, como el próximo líder del Congreso local.
Esto le cayó como una patada en los bajos a JJ, quien ya se apuntaba para ser el líder de la próxima legislatura y por supuesto, utilizar al Congreso como la plataforma para buscar Casa Puebla en seis años.
Pero eso no es todo, también al interior de la nueva bancada ganadora hay inconformidad, debido a que el grupo parlamentario de 16 diputados ganadores, más los grandes perdedores, no quiere integrarse a sus respectivos partidos, sino que todos quieren ser parte del bloque Morena, me explico.
Muy al estilo de este “nuevo partido”, la coalición Morena-PT y PES, echó mano de militantes de Regeneración Nacional, del PRI y otros partidos, para meterlos en las siglas de sus aliados; por ejemplo, José Juan Espinosa es diputado electo por el PT, partido al cual le correspondió su posición. El JJ de entrada quiere ser parte de la bancada de Morena y no del PT, además de buscar ser el líder de la fracción.
Otro ejemplo es del ex priista y ex panalista, Héctor Alonso Granados, quien llega a la legislatura como posición del Partido Encuentro Social, al cual tampoco quiere pertenecer.
Así como estos personajes, hay otros que no quieren ser parte de la bancada por la cual supuestamente ganaron la elección.
Este ingrediente de inconformidad, sumado a la reducción del salario que se avecina y de todas las prestaciones de los legisladores, hace bastante susceptibles a algunos de ellos, de ser cooptados por el morenovallismo, el cual se sabe ya salió de pesca en busca de estos personajes que puedan ser fácilmente “persuadidos” para cambiar su voto en temas que sean torales en los cambios que pretende llevar a cabo la nueva legislatura.
Las sospechas de traición e infiltración en el partido de los “puros” están a la orden del día.
Hay varios señalados de cooperar con el enemigo, desde antes de la elección y ahora, una vez que ha trascurrido el proceso electoral.
Muchos se preguntan aún por qué se dejó de cubrir 30% de las casillas en Puebla y por qué no se cuenta con las actas de la elección, misma que busca echar abajo el equipo del candidato, Luis Miguel Barbosa Huerta.
Hay también quienes se preguntan si Claudia Rivera no recibió ayuda de parte de Las Fuentes para dejar en el camino a Eduardo Rivera y si sus acercamientos con el grupo en el poder son por el bien de Puebla o para pagar facturas creadas.
Hay también quienes advierten que Fernando Manzanilla intentó hacer cambios raros durante la campaña, como bajar al candidato a diputado por Amozoc José Miguel Trujillo de Ita, para tratar de colocar a Rosa Elva de Ita Marín, una reconocida “morenovallista” como candidata.
En Morena Puebla, el “sospechosismo” anda desatado y eso que esto aún no inicia.
