La Quinta Columna

Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam 

Al presidente Mao le gustaba que sus súbditos le cantaran himnos y canciones durante los mítines al aire libre y los cerrados congresos del Partido Comunista Chino.

Un buen diputado chino sabía cómo halagar a su jefe con esos himnos adulatorios.

Les daba los tonos y los matices adecuados.

A Stalin, en la URSS, le pasaba lo mismo.

Incluso le llegaron a llamar “El Padrecito”: el padrecito Stalin.

Odas, canciones, himnos, estrofas sueltas… todo con tal de halagar al carnicero.

Hoy en México estamos viendo cosas que en otros congresos serían impensables: un culto a la personalidad que rompe todas las expectativas.

Cada vez que los diputados y senadores de MORENA, el PT y el PES quieren evidenciar su fuerza de grupo se ponen a corear el consabido “es un honor estar con Obrador”.

Un poder, el legislativo, rindiéndose a los encantos del seductor Poder Ejecutivo.

Eso ya lo habíamos visto durante muchas décadas en los tiempos del PRI como partido dominante, pero MORENA ganó el 1 de julio con un discurso que criticaba, entre otras cosas, esa adulación abyecta.

(Nos dijeron una y otra vez que habría una verdadera separación de poderes, no simulaciones. Y nos salieron con que no sólo no hay separación de poderes ni simulaciones, sino entreguismo absoluto).

Lo más seguro es que en respuesta a esos himnos chinos, el presidente López Obrador les responda con el ya clásico: “los quiero mucho, corazoncitos”.

Porque eso son algunos de esos legisladores: corazoncitos, pero de pollo, de ésos que no sirven para mucho.

Y cosa curiosa:

Mientras en el congreso federal está bien visto que MORENA compre diputados del Partido Verde al mayoreo, en Puebla eso parece ser un crimen.

Es la paja en el ojo ajeno.

Los tuits de personajes como Emilio Maurer y José Juan Espinosa en el sentido de que no están a la venta suenan ridículos.

Y es que si hay personajes que han usado la política para hacer negocios, una y otra vez, ésos son Maurer y Espinosa.

Cómo olvidar a Maurer en la elección municipal de 1998 sirviendo de patiño de Mario Marín para quitarle votos al PAN.

(Rodolfo Ruiz publicó en El Universal Puebla una grabación telefónica con la voz de Maurer diciendo al final de la elección: “Bendito Dios, ganó Marín”. Espinosa, por su parte, fue en dos elecciones un porrista a modo de Moreno Valle. En ambos casos hubo negocios de por medio).

Si en la política existiría una web como la desaparecida Zona Divas, en las que se ponían a subasta a todo tipo de escorts, Maurer y Espinosa serían los que mayores servicios ofrecerían:

Lo mismo un oral que un beso negro.

Dos por el precio de uno.

El tiempo que el cliente quiera.

Hoy nos salen con la novedad que por fin ya no están a la venta.

Son como esas monjas que antes regentearon lugares non santos y ahora tragan hostias.

Por favor, señores, seriedad.

Los hemos visto lucrar con la política durante tantos años que no pueden engañarnos.

Nota Bene: este lunes los diputados locales de MORENA y sus aliados instalarán la Mesa Directiva de la nueva legislatura que iniciará actividades el sábado 15 de septiembre.

Hasta ayer no habían convocado a los diputados electos de otros partidos ni a los de la legislatura que está por fenecer.

Como bancada mayoritaria tendrían que haberlo hecho.

Lo más seguro es que se apropien de todas las posiciones a diferencia de los Morenistas en San Lázaro y el Senado.

¿Qué imagen darán de López Obrador con esa actitud de trogloditas?

¿Cuánto tiempo les durará su Temporada de Porros?

Las dudas matan.

 

Narconon en Puebla

Gracias a la iniciativa de Diego Corona, ex secretario de Infraestructura, nació este sábado Narconon: un centro de rehabilitación para adictos a las drogas.

Diego invitó a ese proyecto a Olivia Salomón y a Rafael Moreno Valle Sánchez, quien a su vez integraron al empresario Marcos Salame.

(Francisco Javier Berganza donó varias hectáreas para la instalación del centro).

¿El fin?

Crear el espacio de rehabilitación más completo de México.

En plena sierra norte de Puebla, en la finca que alguna vez fue de don Juan Ramón Fernández, fueron inauguradas las bellísimas instalaciones de Narconon.

Entre los invitados destacaron Luis de Llano Macedo, célebre productor de Televisa; la corredora Brenda Flores, medallista en los Juegos Centroamericanos y en los Panamericanos; Enrique Agüera, ex rector de la BUAP, así como empresarios de diversas partes del país.

Por ahí andaba el espíritu de don Juan Ramón Fernández, creador de esa finca denominada “Pez”, donde vivió sus últimos años.

Don Juan Ramón era un republicano español asentado en México.

En particular en Huauchinango.

Era dueño de dos cosas: de una buena cantidad de obras de arte y de una gran conversación.

Amaba los árboles como si fueran personas.

Incluso a sus favoritos los bautizaba con nombre y les daba un cuidado especial.

Un día, unos trabajadores de Pemex mutilaron sus árboles y fue como si hubieran muerto sus seres más queridos.

A esa tragedia se sumó otra: una manos arteras le robaron sus cuadros más amados, entre los que se encontraban obras de Siqueiros, Rivera, María Izquierdo y Vlady.

La depresión de don Juan Ramón fue vencida en parte por ese espíritu vital al que tanto le deben los bosques de esa región de la sierra norte de Puebla.

Ese mismo espíritu fue el que anduvo el sábado durante la inauguración de Narconon.

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