La Quinta Columna 
Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam 

Beatriz Gutiérrez Müller viajó a San José, Costa Rica, para recibir la Orden al Mérito Morista y presentar su libro “Dos revolucionarios a la sombra de Madero”.

El reconocimiento tiene que ver con su libro.

Y es que Beatriz aborda la figura de un costarricense destacado: Rogelio Fernández Güell, político, poeta, escritor y periodista que acompañó a don Francisco I. Madero en la lucha por democratizar el país.

Beatriz, pues, viajó a San José, Costa Rica, en un vuelo comercial y al bajar la escalera del avión se encontró con un viejo conocido suyo: don Melquiades Morales Flores, embajador de México en ese país centroamericano.

El saludo entre ambos fue cordial y seguramente hablaron de los años en que Gutiérrez Müller hizo periodismo en Puebla, tanto en Página Regional como en El Universal.

Para entonces, don Melquiades se preparaba para ser gobernador del estado.

Quienes los vieron cuentan que las risas y los recuerdos bañaron generosamente la conversación.

 

Tres Años de 24 Horas Puebla

 

Hace diez años hubo voces que aseguraron que los diarios de papel desaparecerían para dar paso al periódico virtual absolutamente.

Me temo que esos agoreros del desastre se equivocaron.

El papel vive en crisis permanente desde hace décadas, cierto, pero sigue vigente y no tiene fecha de caducidad.

Los nuevos agoreros han marcado otra fecha fatal: 2033.

Ese años se cumplirá la profecía y ya no circularán los diarios de papel.

Faltan quince años para que se cumpla al mal augurio.

Algunos de nosotros habremos muerto y ya no estaremos para comprobar si la profecía se concretó.

24 Horas Puebla, mientras tanto, goza de cabal salud y circula por miles en los cruceros más importantes de la zona metropolitana de Puebla, así como en restaurantes y hoteles de lujo de la ciudad.

Desde las seis de la mañana, los automovilistas hacen fila para obtener su ejemplar del día.

Esa imagen ya forma parte de nuestra aportación al mundo periodístico de la región.

Muchas cosas han pasado en estos tres años, y 24 Horas Puebla ha estado ahí para contarlo a través de dos géneros periodísticos casi extinguidos: la crónica y el reportaje.

Todos los días de la semana, brindamos al hipócrita lector una mirada diferente que se ha vuelto el sello de la casa.

La buena prosa es fundamental para el buen periodismo, y esa buena prosa está presente en la crónica cotidiana que ofrecemos.

No es gratuito que de nuestras plumas hayan surgido cuando menos tres libros en estos años: dos novelas y un libro de cuentos.

Y vienen otros en los próximos meses.

En el siglo XIX mexicano, hoy tan de moda nuevamente gracias al presidente electo, los periodistas escribían libros.

Poco a poco, esa sana costumbre se fue olvidando.

Cuando menos en Puebla, solo 24 Horas cumple con ese doble ejercicio: informar diariamente y generar literatura.

Cuando todos hayamos muerto nos sobrevivirán los periódicos amarillentos y los libros.

Y en alguna biblioteca personal alguien abrirá uno de esos ejemplares y les volverá a dar vida a los personajes políticos y literarios.

Del papel venimos, al papel vamos.

Nadie mata moscas con una laptop o con un iPad.

El olor del papel no se parece a ningún otro aroma.

En este tercer aniversario, 24 Horas Puebla quiere honrar el pasado, pero también el futuro.

La gente que está haciendo grandes cosas en los distintos campos merece nuestro reconocimiento.

A partir de hoy, abrimos los premios 24 Horas para reconocer esos talentos.

Los dos primeros rubros son el deporte y la cultura.

Nuestros primeros premiados tienen varias cosas en común: son descaradamente jóvenes y brutalmente talentosos.

Itzel Arroyo tiene 20 años y es una brillante triatlonista.

Pablo Piceno tiene 27 años y es un poeta consumado.

Lo mejor de ellos ya está sucediendo.

Los años que vienen les traerán mejores cosas.

No podría ser de otra manera: el talento y la disciplina van de la mano.

Itzel y Pablo son los mejores ejemplos de ello.

Sus nombres surgieron de una consulta que hicimos con personalidades del deporte y la cultura.

La coincidencia en los juicios expresados selló el camino.

Por eso están ambos aquí.

Son los mejores.

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