Por: Diego Diego
Foto: Archivo Agencia Es Imagen

Dejar su natal Pachuca y venir a estudiar a Puebla fue una decisión complicada en la vida de Daniela Viveros.

La joven atleta, a sus 18 años, se desprendió de su familia para continuar su carrera en el triatlón.

Después de haber platicado sobre su experiencia en el Mundial de la disciplina en septiembre pasado en Australia, Daniela compartió su paso por competencias en México.

Su equipo la sigue a todos lados, con ellos ha recorrido el centro y sur del país; siempre han estado en la meta “echándole porras”: su familia.

En 2017, Viveros Estrada obtuvo el segundo lugar en los triatlones de Acapulco y San Luis Potosí.

“Gracias al triatlón he conocido varios lugares. He ido a Valle de Bravo (Estado de México), a Veracruz, a Acapulco, a San Luis Potosí; he hecho triatlones en la Ciudad de México, en el Politécnico (IPN), y en Puebla con las universiadas”, describe junto con recuerdos de su familia.

Un poco nerviosa, la deportista narra lo complicado que fue salir de Hidalgo y llegar a la capital del estado de Puebla.

Con maletas y bicicleta incluida, llegó a la colonia Universidades para instalarse en su nuevo hogar. La hospitalidad de sus compañeros de triatlón hizo que Viveros se “acoplara” rápido al ritmo de la ciudad que será su casa por cinco años.

“Al principio fue un poco difícil por el apego a mi familia, (…) llego aquí y no tengo familia, no tengo amigos. Pero fue cuestión de adaptación, empiezas a conocer personas, me llevo bien con mis compañeros de equipo, paso mucho tiempo con ellos. Mis entrenadores son como mi familia, tenemos mucha interacción, hablamos…”, explicó de su llegada a Puebla.

La madurez que expresa Daniela Viveros durante la entrevista es de una mujer adulta. A sus 19 años, la triatleta ya definió metas a corto, mediano y largo plazo. Conforme crece en este deporte, define objetivos en su vida profesional y personal, siempre asesorada por su mejor maestro, su padre.

“A corto, voy a cerrar el año compitiendo en Acapulco, en noviembre tendré una carrera en Hidalgo y la Universiada. El próximo año me gustaría dar marcas para la Olimpiada Nacional porque nunca he ido, (…) a largo plazo me gustaría dedicarme a consultoría.

Algo que me ha ayudado mucho en el deporte y en todo es ser dedicado, es algo que me marcan muchos mis papás, siendo dedicada y constante las cosas salen”, comenta con la ilusión de poder consumarlos.

La estudiante de Ingeniería Ambiental se define como una persona “dedicada y persistente”. Analiza sus fortalezas y debilidades para mejorar en todos los aspectos de su vida.

Viveros está convencida de continuar en el triatlón por lo menos unos ocho años más, los resultados la han motivado a dar “más” y quizá, si llega al nivel que espera, lograr el reto más grande y emocionante de cualquier atleta mexicano: clasificar a las Olimpiadas.

“En el triatlón las personas empiezan a ‘triunfar’ como a los 24, 25 años. Mis planes están en seguir trabajando, seguir entrenando, y si a esa edad estoy ‘muy bien’, qué es lo que tengo previsto, lo máximo que aspiro son unas Olimpiadas”, dice con seguridad.

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