Por: Ilse Contreras

La inexperiencia del Cabildo que encabeza la presidenta municipal Claudia Rivera se reflejó en la sesión extraordinaria de este jueves, y al igual que en el Congreso local, es el PRI quien les corrige la plana.

Los regidores lucen perdidos, pues en el desarrollo del orden del día parece no quedarles claro las atribuciones y participaciones que tienen cada uno sobre la discusión de los temas.

Lo que desencadenó los tropiezos fue la intervención de la regidora de Por Puebla al Frente, Augusta Díaz de Rivera, quien en lugar de comentar sobre el punto que buscaba aprobar las facultades de la alcaldesa para suscribir acuerdos, contratos y convenios y delegarlas a los titulares de las dependencias, aprovechó para sacar el tema sobre presuntas solicitudes de renuncia de trabajadores durante estos tres días de gobierno.

Le recordó a la presidenta municipal que en sus promesas de campaña aseguró que ningún trabajador iba a ser despedido injustificadamente, a lo que le cuestionó: “¿qué falta han cometido en los tres días que lleva esta administración, qué justificación hay para dejar a tantas familias sin el sustento de un trabajo honrado?”.

La respuesta la dio el regidor de la coalición Juntos Haremos Historia, Roberto Eli Esponda Islas, quien se limitó a agradecer que se tomara en cuenta a los regidores para acordar que dentro de esas facultades se respetaría el tope de 10% del presupuesto para acuerdos, contratos y convenios.

Aunque fue el primero en mencionar que el tema estaba fuera del orden del día, la regidora Díaz de Rivera reviró al decir que sólo se trataba un posicionamiento; las intervenciones continuaron al respecto.

El cabildante de la misma alianza, José Luis González Acosta incluso propuso realizar una evaluación en la Comisión de Desarrollo Económico para dar seguimiento al tema.

El síndico municipal, Gonzalo Castillo Pérez, intervino y pidió al Cabildo apegarse a la legalidad, pues no se podía “brincar de un tema a otro”, aunque erróneamente dijo que podían incluirse otras cuestiones hasta agotar los puntos.

Desorden y confusión se generó en la sala de Cabildo, Rivera Vivanco se acercaba a la secretaria General del Ayuntamiento, Liza Aceves López, a manera de salvación de lo que ya se había salido de control.

Aun con eso, la alcaldesa decidió responder que se darían 15 días a todos los trabajadores para conocer su talento, y quienes cumplan con la vocación de servicio, austeridad, cero tolerancia a la corrupción y legalidad en sus acciones, se quedarán.

El jalón de orejas llegó con la única voz del tricolor. La de la ex diputada local Silvia Tanús Osorio, quien los corrigió al recordarles que se trataba de una sesión extraordinaria y aunque se respetaba el posicionamiento, no había asuntos generales, por lo que no era motivo de discusión lo de los trabajadores de base. Tras los tropiezos del recién formado Cabildo, sugirió convocar a una sesión ordinaria.

“Lo primero que tenemos que hacer es ceñirnos a lo que dice la ley, esta es una sesión extraordinaria y como tal sólo pueden tratarse los asuntos que aprobamos en el orden del día, con el permiso del señor síndico, aquí no hay asuntos generales y luego vemos, no, aquí no vemos”.

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