La Entrega

Por: Adrián Ruíz  / [email protected]

 

El tiempo para la definición sobre la gubernatura de Puebla llegó. Las autoridades electorales, después del cómputo en el que anularon votos de 59 casillas, ratificaron el triunfo de Martha Erika Alonso. La ciudadanía decidió desde el 1 de julio que por primera vez en su historia el estado fuera gobernado por una mujer.

El circo montado por el perdedor Luis Miguel Barbosa, con el trillado y desgastado argumento del supuesto fraude, ya nadie lo cree en Puebla, ni los pocos que se identifican con él.

El recuento de votos para disipar dudas volvió a ser adverso para quien es incapaz de reconocer la derrota. En las filas de Morena están conscientes de la nula identidad del ex senador con Puebla. Y, como consecuencia, la inexistente posibilidad de convencer a los votantes para que se sumen a su causa.

El mejor escenario que podría presentarse para el perdedor de la elección en Puebla –por segunda ocasión– será que le den la constancia de gobernadora electa a Alonso Hidalgo, como corresponde. Así evitaría un ridículo superior al que ha vivido después de julio.

Un día antes de conocerse lo que se sabía en cuanto al recuento de votos, tuvo lugar una reunión del diputado federal más influyente –tendrá a cargo cinco de las comisiones más importantes en el Congreso de la Unión– en las filas de Morena con los presidentes municipales electos de su partido.

Los ediles le expresaron sus temores y preo-cupaciones por la victoria de Martha Erika. Pidieron línea sobre cómo sería la relación con la futura gobernadora.

Sin la seguridad que lo caracteriza, les dijo que no se preocuparan. La moneda seguirá en el aire, aseguró. Se recurrirá a las autoridades federales, AMLO está al tanto de todo y ya lo decidió.

Lo que ya no se atrevieron a expresar los ediles de Morena fue que dudan que se pueda repetir la elección. Y aún más que su gallo carece de espolones para ser contendiente de peligro.

¿En Morena se atreverán al doble ridículo?

 

Reporte del Informante

Ambición ciega. El oportunismo e incapacidad de José Luis Sánchez, El Chelis no conoce límites. La pésima campaña de los Lobos BUAP en el torneo MX despertó la ambición de El Chelís para suplir a Francisco Palencia en la dirección técnica.

Por supuesto, Sánchez Solá está lejos de ser la solución en las filas del equipo universitario. En realidad, desde su arribo al máximo circuito del balompié mexicano el conjunto fue condenado al fondo de
la clasificación.

Ningún técnico que milita en el futbol mexicano podría sacar a los Lobos de la crisis en la que nació como equipo y El Chelís menos que nadie.

Para hacer de Los Lobos un cuadro competitivo es necesaria una reestructuración en la organización. La inversión de más de 120 millones de pesos sólo sirvió para mantener la franquicia en Primera División.

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