La Quinta Columna 

Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam 

Roberto Madrazo dijo que si se hubiera hecho un recuento voto por voto, casilla por casilla, AMLO habría sido el ganador.

Doce años tuvieron que pasar para que un recuento de esa naturaleza —en el corpus de la elección poblana— fuera una realidad.

Ya sabemos lo que pasó:

Miguel Barbosa, parte de “Los Chuchos” hace doce años, rechazó lo que promovió en el origen.

En 2006, por cierto, se hizo a un lado convenientemente y no apoyó a López Obrador.

Luego, se volvió un crítico visceral de éste.

En todas las mesas lo descalificó.

Hoy, como reveló la revista Proceso en su más reciente edición, Barbosa ha vuelto a las andadas y, por lo pronto, ya mandó quemar en leña verde a Dulce Silva, esposa de César Yáñez.

La reportera Gabriela Hernández publicó las siguientes —brutales— líneas en la edición de Proceso que empieza a circular:

“La presencia de (José Antonio) Gali y la ausencia de Barbosa —quien dijo no haber sido invitado a la (reciente) boda— se prestaron para las especulaciones, además de poner en evidencia la división cada vez más notoria dentro de Morena-Puebla entre quienes dan apoyo total al exsenador y quienes han tendido puentes con el morenovallismo y sí acudieron al evento.

“La ahora esposa de (César) Yáñez Centeno era ubicada como una de las víctimas y acérrima enemiga del morenovallismo, pero en la última semana el sector barbosista de Morena en Puebla filtró a los medios locales información que la cubre de sospechas.

“El columnista Fermín Alejandro García publicó el viernes 5 en La Jornada de Oriente que (Dulce) Silva Hernández habría tratado de intervenir en los hechos del 3 de julio, en el hotel poblano MM, cuando los morenistas supuestamente detectaron un laboratorio electoral del PAN.

“Según esta información, que fue confirmada por fuentes de Morena a esta reportera, les sorprendió que ese día la entonces novia de Yáñez Centeno se comunicara a los celulares del diputado local José Juan Espinosa y del senador Alejandro Armenta para pedirles que se retiraran del sitio, pues su incursión violenta no tenía el respaldo morenista y ‘ponía en riesgo el triunfo electoral de López Obrador por la Presidencia’.

“‘Queda la duda’, cuestiona el columnista, ‘de por qué si esta mujer estuvo presa en Puebla durante la parte final del gobierno de Moreno Valle, el pasado 3 de julio actuaba como si fuera aliada del morenovallismo’.

“(…) Aparte de este supuesto intento de (Dulce) Silva por intervenir en los hechos del hotel MM y la participación de Gali Fayad, como su padrino, según los morenistas, hay otras evidencias que se prestan a sospecha, como las facilidades que tuvo para la logística de la boda.”

 

 

El Traje Manchado del “Maguito” Ugalde

 Roberto Madrazo también tiró el tinglado de Luis Carlos Ugalde, quien lleva doce años queriéndose quitar el estigma del fraude electoral de 2006.

El hipócrita lector recordará muy bien qué papel jugó el entonces presidente del Consejo General del Instituto Federal Electoral.

De entrada, su posición nació gracias a los buenos oficios de Elba Esther Gordillo: su madrina y mentora.

Luego, metido ya en un matrimonio de poder, recibió los apoyos de Jesús Reyes Heroles hijo, Felipe Calderón, Margarita Zavala y hasta Carlos Salinas de Gortari.

El periodista Julio Hernández López —@JulioAstillero— recordó esa historia días antes de la elección de 2006:

“El sábado 6 de diciembre de 2003, a la boda de Luis Carlos Ugalde con una joven y guapa militante panista llamada Lía Limón García, asistieron, como era de esperarse, muchos políticos y muchos periodistas, pero un solo secretario de Estado: ‘Felipe Calderón Hinojosa, de la Secretaría de Energía, acompañado de la diputada Margarita Zavala, su esposa’, escribió dos días después, en El Universal, la columnista Katia D'Artiguez. ‘Yo los casé’, me dijo ayer el abogado Román Navarrete Reyes, oficial del Registro Civil de Tepoztlán, Morelos.

“(…) Según el ‘acta de matrimonio’ 159 del libro 01, número de serie 0727026, el novio se identificó con la clave única del registro de población (CURP) UARL661016HDFGMS09 y la novia dejó ese espacio en blanco porque no contaba con un documento similar, y firmaron como testigos, por parte de él, uno de sus hermanos, Marco Antonio, de 47 años, y Jesús Reyes Heroles González Garza, de 51, ex secretario de Energía -donde tuvo a Ugalde como coordinador de asesores- y ex embajador de México en Estados Unidos -donde Ugalde fue su asistente personal-, y por parte de ella su abuelo, don Miguel Limón Díaz, de 88 años de edad, padre del ex secretario de Educación, Miguel Limón Rojas, y Matilde García Verástegui, de 45, tía materna.

“Tras la ceremonia civil, que se efectuó alrededor de las dos de la tarde, porque después ‘los escoltas de él me regresaron aquí al centro (de Tepoztlán)’, recordaba ayer el abogado Navarrete Reyes, ‘no hubo misa, sólo una bendición. (…) El abogado agrega que no recuerda haber visto a Calderón ni a Margarita Zavala ‘en ese jardín’, pero el periodista Alvaro Delgado, que acudió como invitado, afirma que en la etapa nocturna de la fiesta habló con ellos y los vio ‘muy contentos, bailando Tú y yo somos uno mismo (oh-oh)’. “Familiares de Ugalde sostienen por su parte que sólo semanas antes de aquella ocasión, éste acudió a otra boda, en el fraccionamiento morelense de Cocoyoc, en compañía de Carlos Salinas de Gortari, y que al bajar del auto del ex presidente ‘nos dijo que le acababa de hablar la maestra Elba Esther Gordillo y que siempre sí iba a quedar como presidente del IFE’.”

Hasta aquí la larguísima pero reveladora cita.

El “Maguito” Ugalde ha querido escapar desde 2006 a la trama del fraude electoral que evitó que Andrés Manuel López Obrador fuese presidente de México.

Con un pase de magia, doce años después, Roberto Madrazo aseguró en una entrevista radiofónica que siempre sí hubo fraude, y puso a llorar en varios noticieros al patético Ugalde.

Lógicamente, se desgañitó negando la especie, aunque nunca pudo aclarar lo que gracias a unas grabaciones telefónicas supimos en su momento: que doña Elba Esther operó con los gobernadores de la época para que torcieran la voluntad popular en favor de Felipe Calderón.

Todavía no sacaba el conejo de la chistera cuando el impecable traje del “Maguito’ quedó lleno de caca.

Se le acabaron sus doce minutos de académico.

Otra vez tendrá que vivir con el fantasma del fraude electoral durante muchos años.

 

 

El Informe del Rector Esparza

Unos cuantos minutos bastaron para que Alfonso Esparza, rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, enviara severos mensajes.

En el contexto de un informe inédito —en la presentación y en el aspecto visual—, el rector Esparza dejó en claro que aquéllos que toquen a los universitarios lo tendrán a él como enemigo.

(La feliz analogía con Javier Barros Sierra, rector de la UNAM durante los conflictos de 1968, resulta inevitable).

"Muchos estudiantes de esta universidad están siendo atacados, asaltados y robados, muchos viven con miedo a que les quiten lo poco con lo que viven… cualquier cosa que afecte a los estudiantes es mi problema", señaló enfático.

Antes había hablado de cómo al frente de empresas inteligentes como You Tube y otras hay personajes que provienen de carreras ligadas a las humanidades.

En este sentido, destacó que si la universidad no está ligada con la innovación, fracasará.

“innovación, dijo, es tener claro que el progreso es para todo o no es progreso. Innovar no es solo crear el último celular, es hacer que el niño que perdió el brazo pueda volver a jugar”.

El rector Esparza enterró la época de los informes aburridos y solemnes, y abrió una nueva época en este su Primer Informe: la de la brevedad y consistencia.

Sólo eso.

El final con luces salidas de cientos de celulares emocionó a todos.

Fue un final —hay que decirlo— muy Steve Gates, pero lleno de mensajes.

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