Las Serpientes
Por: Ricardo Morales Sánchez / @riva_leo

La manipulación mediática hace más daño que la bomba atómica, porque destruye los cerebros. Noam Chomsky

 

Por si algo faltara al clima de polarización que se respira en Puebla, este sábado algunas organizaciones “Pro-Vida” convocaron a la realización de una marcha en la ciudad de Puebla para protestar ante la intención del Congreso local y de la Cámara de Diputados de legalizar la interrupción del embarazo.

Las organizaciones se oponen a los intentos que desde San Lázaro abanderan la legalización del aborto, como en Ciudad de México desde 2007.

La interrupción del embarazo en CDMX está acotada a las primeras 12 semanas de gestación, puede realizarse de forma gratuita y no hay una restricción para pacientes de otras entidades. Las menores de edad pueden acceder a este derecho acompañadas de alguno de sus padres o tutor.

De hecho, desde hace varios años se insiste en la necesidad de que haya un código penal único en el país que despenalice la interrupción de la concepción.

El 27 de septiembre la diputada federal de Morena Beatriz Rojas presentó en San Lázaro una iniciativa para despenalizar el aborto en México, de cara al Día Internacional por la Despenalización y Legalización del Aborto el 28 de septiembre.

En Puebla, desde hace tiempo, el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa, ha sostenido una serie de reuniones con varios actores políticos donde ha dejado en claro su enérgica negativa a permitir que se apruebe una iniciativa similar en el estado.

Sánchez Espinosa ha sido muy claro en sus reuniones en que se opondrá tanto a la legalización del aborto como al tema de las sociedades en convivencia (matrimonios gay).

El estado parece retroceder en el tiempo, querer regresar –como lo dije en una entrega pasada– a los años 70, con inestabilidad y las pugnas entre Fúas y Carolinos.

Al parecer, los antiguos odios nunca se extinguieron, sólo están en espera de la chispa adecuada para volver a encenderse.

 

KARINA PÉREZ PROTEGE A RESPONSABLE DE ACCIDENTE

Quién sabe qué clase de acuerdos traiga bajo el brazo la presidenta municipal de San Andrés Cholula, Karina Pérez Popoca, que hasta el momento se niega a investigar y aclarar quién fue el responsable del atropellamiento de una señorita que se debate entre la vida y la muerte.

Es cierto que su administración no es responsable de este hecho, ya que el accidente ocurrió el sábado 13 de octubre, es decir, dos días antes de que la alcaldesa tomara posesión de su cargo; sin embargo, hasta el momento su gestión evade a los familiares de la víctima y no ha realizado ninguna investigación respecto a este incidente.

Katherine está grave de salud, luego de que el 13 de octubre fuera arrollada por una camioneta propiedad del Ayuntamiento sanandreseño, específicamente de la Policía Municipal.

De acuerdo con el reportero Joel Árcega, de El Sol de Puebla –basado en el relato del hermano de la víctima, Alberto G–, “alrededor de las 14:00 horas, su hermana Katherine fue atropellada cuando cruzaba la carretera federal a Atlixco, a la altura de la desviación al anillo Periférico Ecológico con sentido a Puebla.

“El declarante manifestó que su hermana había cruzado la vialidad, pero le faltaba el carril confinado de la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA), donde la embistió, según testigos, una camioneta Pick up, doble cabina, de color azul con blanco y logos del Ayuntamiento de San Andrés Cholula.

“Mientras la unidad oficial continuó su marcha a gran velocidad, como se aprecia en un video que tiene la familia, la mujer quedó tendida en la cinta asfáltica con varias fracturas, por lo que alguien pidió auxilio y poco después llegó una ambulancia para brindarle los primeros auxilios y trasladarla de urgencia a un centro hospitalario”, hasta aquí la larga pero necesaria cita.

Hoy se sabe que fue un muy alto mando de la pasada administración municipal quien iba a bordo de esta unidad que atropelló a esta persona, quien lucha por su vida en el Hospital de Traumatología y Ortopedia del sector salud.

¿A quién protege doña Karina? ¿Qué tipo de acuerdos tiene con quien fuera un alto funcionario de la pasada administración? ¿Por qué no se ha abierto una investigación al respecto?

Tal parece que a sus trastornos mentales ahora hay que sumarle una raya más a la nueva alcaldesa, quien no ha hecho justicia a una familia que ha tenido que buscar apoyo en otras instancias. ¿Les hará justicia la alcaldesa o no soportará la presión?

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