Las Serpientes
Por: Ricardo Morales Sánchez / @riva_leo
Hoy más que nunca están vigentes dos lineamientos. En política, el fondo es forma y también la percepción es realidad.
En este sentido, luego del recuento voto por voto, llevado a cabo por parte de las Salas Regionales de Ciudad de México y Toluca, bajo la supervisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, la batalla de la percepción ya la ganó la gobernadora electa, Martha Erika Alonso.
Y es que la víspera de que el Tribunal Electoral del Estado de Puebla dé a conocer su fallo en torno a la impugnación interpuesta por Morena y quien fuera su candidato a la gubernatura, Luis Miguel Barbosa Huerta, los argumentos se les han ido acabando ante los ojos de la propia sociedad poblana, la cual ya se hartó de los caprichos del ex senador, a quien se le cumplió berrinche de ir a un recuento voto por voto y ni aun así admite su derrota.
Irónicamente, la batalla de la percepción la ganó Martha Erika Alonso al admitir la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, de ir al recuento voto por voto de las más de siete mil casillas instaladas en todo el estado, lo mismo que demandó por primera ocasión en 1995 Andrés Manuel López Obrador al perder frente a Roberto Madrazo Pintado la elección a gobernador de Tabasco y luego volverlo a reclamar en 2006, tras las dudas surgidas en torno a la victoria obtenida por el panista Felipe Calderón Hinojosa.
Bajo esta premisa, poco a poco se han diluido los argumentos presentados por Morena y Barbosa para tratar de descalificar el triunfo obtenido por Martha Erika Alonso.
Se les cayó el cuento de que era un búnker el que operaba en el hotel MM, el cual fue el centro de un acto de barbarie política pocas veces visto, no fue el gobierno de Puebla el que desechó la teoría del laboratorio electoral en donde se rellenaban urnas, fue la propia Fepade, aunque por supuesto a las huestes barbosistas les conviene seguir con la comedia y aferrarse a su verdad.
El recuento también desechó la hipótesis del famoso fraude cibernético del mentado académico de la Ibero, mismo que fue pagado por el diputado federal y cuñado del ex gobernador Moreno Valle, Fernando Manzanilla Prieto.
De hecho, los morenistas presumían que luego del sesudo análisis del mentado académico, el cual es un verdadero desconocido, fue que el Tribunal ordenó el recuento voto por voto. Abiertos y contabilizados cada uno de los más de siete mil paquetes electorales, las cuentas distritales coincidieron prácticamente con el conteo realizado por el Instituto Electoral del estado y por las juntas distritales, lo cual confirmó la victoria obtenida por Martha Erika, con una diferencia de 3.8 puntos, es decir, 110 mil votos de ventaja.
Por cierto, una vez conocido el resultado, los barbosistas fieles a su estilo, inventaron una nueva leyenda negra, que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación encontró boletas clonadas, blocks enteros de papeletas marcadas a favor de Martha Erika sin siquiera haber sido dobladas en casillas instaladas en urnas de la Sierra Norte de Puebla, así como paquetes electorales abiertos y sin fajilla, lo cual es una absoluta y total mentira; sólo ocho urnas de un total de más de siete mil, fueron encontradas sin sello y sin boletas en su interior.
Son tantas y tantas las mentiras dichas por la gente de Morena y del ex senador Barbosa, las cuales no tienen el menor fundamento, que lo único que buscan es confundir a la gente, que los poblanos ya estamos hartos de habernos convertido en rehenes de este grupo político, el cual por capricho quiere secuestrar a la voluntad de la mayoría.
Es cierto, no se puede menospreciar el apoyo que Morena y específicamente López Obrador recibió en las urnas el 1 de julio, fueron más de un millón de votos por los que recibió su candidato, Barbosa, pero también es que la diferencia entre él y Martha fue de más de cien mil votos, lo cual nada más no alcanzan a comprender.
Déjense ya de tonterías, todo es muy simple, una gran mayoría de poblanos decidió apoyar a López Obrador como presidente de la República, a Armenta para el Senado, a Claudia Rivera para presidenta municipal, así como a una buena parte de entonces candidatos de Morena a las principales alcaldías, pero también esa misma mayoría decidió no darle el apoyo a Luis Miguel Barbosa, porque resultó un mal candidato, ya dejen de buscar culpables.
Ese es el verdadero meollo del asunto, ya se les ha explicado con peras y con manzanas que sí existió el voto diferenciado y no sólo en Puebla, sino en diferentes entidades y que el diseño electoral operado por el morenovallismo estuvo encaminado a salvar a Martha Erika del tsunami morenista a través de las 38 formas que existieron el pasado 1 de julio para votar por su abanderada a través de las candidaturas comunes.
Puebla ya está harta de la incertidumbre y de la inestabilidad provocada por Barbosa y su gente, ya es hora de que se cierre el capítulo con lo que diga el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y de que todos nos pongamos a trabajar.
Villalpando, al Instituto Municipal del Deporte
Poco a poco se comienza a develar el velo en torno a las designaciones de la alcaldesa electa de Puebla, Claudia Rivera Vivanco.
A expensas de que daré a conocer más nombres, el Instituto Municipal del Deporte no podía quedar en mejores manos que las del ex portero del Puebla de La Franja, Jorge Villalpando.
Villalpando es uno de los símbolos de Puebla, ya que de la mano de El Chelís, escribió los últimos capítulos de gloria para el Puebla.
Jorge nació en 1985 en Ciudad de México, pero lleva ya desde hace muchos años tatuados los colores de Puebla y del Puebla, por lo cual la elección me parece más que afortunada.
Chumacero, regidor
De forma más que justa, el priista Edgar Chumacero será parte del cuerpo edilicio de la próxima administración municipal, luego de que el fin de semana pasado el Tribunal Estatal decidió devolverle al tricolor una regiduría, misma que recayó en la persona de Edgar.
Las cuentas son claras, al PRI le correspondía una posición más y esta fue la de Chumacero, así de simple y así de sencillo.
