Plumas Ibero
Por: María Guadalupe López Molina
Este nuevo concepto se usa a menudo para significar creatividad para hacer que las cosas existentes funcionen.
La innovación de base tecnológica se ha transformado en una condición indispensable en el trabajo del ingeniero, tanto para crear nuevos productos y servicios, como en el diseño de procesos productivos; así como al momento de reformular el modelo de negocio. Por otra parte, con cierta frecuencia innovar es caro, difícil y no siempre entrega resultados positivos, lo cual no favorece que esto suceda en entornos con escasez de recursos, cada vez más comunes.
Llorens afirma sobre la existencia de un nuevo tipo de innovación, que ha surgido y se ha desarrollado en zonas con bajos ingresos como Latinoamérica, China, India y África, denominada frugal, que viene de jugaad (o también juggaar) que es una palabra hindú, que tiene varios significados según la situación.
En términos generales, jugaad es un “truco”. También podría referirse a una solución innovadora o una alternativa simple, una solución que cumple con las reglas o un recurso que se puede usar de esa manera.
De igual forma, se usa a menudo para significar creatividad: para hacer que las cosas existentes funcionen o para crear cosas nuevas con recursos escasos. Esto se conjuga con frugal, del latín frugālis que significa ahorrativo.
Es bien conocido el caso del Apolo 13, cuando una explosión de un tanque de oxígeno hizo que la calidad del aire se deteriorara, por lo que el CO2 comenzó a acumularse. Se requería de un filtro, lo que puede resolverse con facilidad estando en la Tierra, pero no en una misión espacial. La innovación frugal surgió cuando utilizando los materiales disponibles, desde calcetines hasta las tapas de los manuales que llevaban, los astronautas lograron construir un filtro, que fue diseñado por los ingenieros en tierra responsables de la misión. Con ello lograron terminar la tarea con éxito, y, por supuesto, sobrevivir.
En términos generales, y a pesar del ejemplo anterior, la innovación frugal no es improvisación, por el contrario, se requiere mucho ingenio para repensar la forma en que se hacen las cosas actualmente y llegar a una propuesta que cumpla con restricciones que pueden ser de materiales, costos, proceso y con mucha frecuencia, también de tiempo, es decir, hay un sentido de urgencia en muchos proyectos. Y tampoco implica productos o procesos de mala calidad.
Las características básicas de la innovación frugal, desarrolladas por el Laboratorio de Innovación Frugal en la Universidad de Santa Clara, según Basu, Banerjee, y Sweeny son:
- Está diseñado para entornos físicos hostiles.
- Suele convenir que sea ligero y portátil para diferentes opciones de transporte.
- Usualmente estas soluciones están habilitadas para movilidad, por ejemplo, con conectividad en cualquier momento y en cualquier lugar.
- Su diseño conviene que esté centrado en la persona: diseños intuitivos fáciles de usar que requieren poco o ningún conocimiento previo o capacitación para utilizar.
- Se debe procurar que sea una solución simplificada, con características minimalistas y requisitos funcionales.
- Preferentemente utilizar nuevos modelos de distribución, como canales y acceso no convencionales.
- Es importante que sea adaptable, aprovechando los productos, insumos y servicios existentes.
- Fundamentalmente debe usar recursos locales, y permitir el abastecimiento sin importar equipos o materiales.
- Basado en tecnologías verdes que utilicen recursos renovables.
- Y, por supuesto, debe ser asequible, con bajos costos de entrada y operación.
Llorens recomienda a los interesados en este tipo de innovación pensar fuera de la caja, o de los límites y olvidarse de utilizar la palabra “pero”, porque anula la creatividad. Para lograr una innovación frugal se debe partir desde el resultado esperado (por eso se llama también inversa), por ejemplo, un producto con determinadas características y con un precio de venta objetivo. Luego se debe revisar y reformular el proceso completo para que éste cumpla con todas las restricciones existentes. Esto trae consigo la necesidad de estar dispuesto a cambiar las cosas que se dan por hecho, con el objetivo de cumplir con las expectativas del cliente.
La innovación frugal, según Radjou y Prabhu, se basa en tres pilares: el primero de ellos es la frugalidad de los medios empleados, el segundo es la flexibilidad en la manera de pensar y actuar; y el tercero es que debe ser un proceso colaborativo, entre personas dentro y fuera de la entidad en la que se realiza la innovación. Por otra parte, los objetivos de la innovación frugal son crear productos y servicios accesibles en precio, fáciles de conseguir y que logren solucionar una necesidad real y valorada por las personas.
De acuerdo con Radjou y Prabhu, en una economía del conocimiento globalizada, la innovación frugal se proyecta como un nuevo modelo para el éxito empresarial, donde los empresarios están fomentando la coproducción entre los consumidores, que se han convertido en “prosumidores”. Las empresas cada vez más confían en los consumidores para la creación de futuros productos para el éxito comercial. menudo invitan ideas de diseño y planes de desarrollo de productos a los consumidores serios.
Para iniciar un proceso de innovación frugal se tienen tres principios básicos:
- Simplificar. No proponer soluciones para impresionar a los clientes. Hacer cosas suficientemente fáciles de usar intuitivamente y ampliamente accesibles.
- No reinventar la rueda. Aprovechar los recursos existentes, ampliamente disponibles.
- Pensar y actuar de forma horizontal. Las empresas tienden a escalar verticalmente centralizando operaciones en fábricas y almacenes, pero para ser ágiles y hacer frente a la inmensa diversidad de clientes, debe escalar horizontalmente por medio de una cadena de suministro distribuida con unidades de fabricación y distribución más pequeñas.
Radjou, Prabhu y Ahuja han encontrado que los empresarios con mentalidad de innovación frugal convierten la adversidad, como la escasez generalizada de recursos naturales y financieros en la India, en una oportunidad para innovar y crear productos y servicios más valiosos a un menor costo para más personas. Ese es el caso, por ejemplo, de Harish Hande, quien fundó SELCO en Bangalore, India, en 1995.
Mientras el gobierno de India aún estaba deliberando sobre cómo entregar electricidad de manera efectiva a los 600 millones de indios que viven fuera de la red, Harish ya había vendido más de 100 mil sistemas de iluminación solar modular en las regiones más remotas de la India. Su firma SELCO emplea un modelo de negocio innovador que se basa en una red de distribución de base rentable para entregar electricidad asequible con base en pagos a tiendas, hogares y escuelas en la India que carecen de servicios para impulsar su actividad socioeconómica cotidiana.
El sistema de distribución de energía tipo “justo a tiempo” de SELCO a diferencia de la red eléctrica siempre activa, pero derrochadora, brinda más valor a más indios a un costo menor, y es ambiental y económicamente sostenible. El modelo de negocio de SELCO es un resultado de la mentalidad de innovación frugal.
