33 Mujeres
Por: Rayo Loaeza / @LoaezaRayo

“A los niños se les debe enseñar a pensar, no qué pensar”

Margaret Meat

 

“A las niñas no se les pega”
“Lloras como nenita, los niños no lloran”
“El futbol es para hombres, pareces marimacha”
“Por qué juegas con muñecas, ¿Eres maricón?”
“Las niñas bonitas no dicen esas palabras”
“Cierra las piernitas que te van a ver los calzones”
“Eres muy fuerte para ser mujer”
“Los hombres no usan color rosa”

 

Como un trozo de mármol resulta ser la infancia.

Las manos de los padres y madres van esculpiendo; los niños y niñas imitan comportamientos, reciben o no afecto, aprenden reglas, límites y valores, entre otras muchas cosas.

Por lo tanto la igualdad debe trazarse desde la infancia, con la finalidad de tener un crecimiento libre de estereotipos, ya que los roles de género se heredan de generación en generación.

Es trascendental concientizar sobre la importancia que tiene la etapa de la niñez, no solamente para la salud mental  y afectiva, y para el futuro de niñas y niños, sino también para el de nuestra sociedad,  ya que dependiendo de la educación, valores y enseñanzas que se transmitan a un niño/a  marcarán  la manera en que se comportará en su vida adulta, y lo aprendido se va fortaleciendo en las diferentes etapas de la vida humana.

Ahora bien, en este escenario, es primordial introducir cambios en la formación de niños y niñas en las primeras etapas educativas que conlleven a una interiorización de valores fundamentados en la equidad, ya que en esta etapa todavía no existe en el esquema mental del niño o niña la visión patriarcal de la sociedad actual.

Este hecho favorece la incorporación de comportamientos cívicos en condiciones igualitarias y con una visión común, es decir, una actuación responsable en la sociedad en la que vivimos, donde por el hecho de ser niño/niña no debe establecerse la imposición de unos determinados roles sociales

Se trata de ser responsables en la educación de la niñez, para así generar una sociedad cada vez más igualitaria y, con amplia brecha abierta en torno al género, esto es un camino que inicia en la familia y se refuerza en la escuela, ya que es ahí donde niños y niñas socializan, y esto aparte de ser una gran oportunidad, puede ofrecer el espacio más adecuado para favorecer la educación transversal y tratada con toda la naturalidad posible desde las primeras etapas escolares, con estrategias, planes y acciones, encaminadas a la no discriminación entre juegos de niños y niñas, la no diferenciación de funciones o colores, la seguridad en sí mismo del género femenino, los roles que adopten en los trabajos grupales o en los diferentes juegos, la proliferación de “cambio de roles” en diversas actuaciones o actividades llevadas a cabo.

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