La Quinta Columna
Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam 

José Juan Espinosa llegó a la toma de posesión de Luis Alberto Arriaga como presidente municipal de San Pedro Cholula.

Fiel a su estilo —inspirado en el Pedro Armendáriz de la película “Enamorada” (filmada en esa región)—, le dijo al futuro alcalde que quería dirigir unas palabras en la sesión de honor.

¿En calidad de qué?, pensó Arriaga.

Como presidente de la Mesa Directiva del Congreso del estado, imposible.

Como ex presidente municipal, menos.

No había opciones para ello.

Espinosa había sido invitado como ex alcalde de San Pedro, igual que otros personajes que compartían las primeras filas.

No obstante, Arriaga lo colocó en un pequeño presidium en el que no cabía su ego robusto.

La presencia de Xavi Albizuri, representante del gobernador Gali en ese mismo espacio, terminó por echarle a perder la fiesta.

El caso es que Espinosa le dijo a Luis Alberto que quería dirigir un mensaje.

Y se lo dijo en su estilo: sin dar opciones.

Con él no hay negativa que valga.

(Y si no que le pregunten a Gabriel Biestro, presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso, a quien terminó por someter).

Arriaga respiró profundo y dijo que no, que era imposible, que el protocolo impedía que tomara el micrófono.

Eso bastó para que José Juan se molestara brutalmente.

Y cuando el acto terminó, no dejó de saludar a diestra y siniestra como si él y no Luis Alberto acabara de rendir protesta como alcalde.

A partir de entonces, ha iniciado una campaña en contra de Arriaga a través de los más diversos canales: columnas, redes sociales y sobremesas.

En estas últimas no para de hablar mal del alcalde de San Pedro.

De desleal no lo baja.

¿Qué le ocurre a nuestro personaje?

En lugar de utilizar su posición para crecer, está cavando muy hondo.

Lejos de armar alianzas con la bancada del PRI, por ejemplo, ya volvió sus enemigos a los diputados.

Se confronta todos los días.

Y más:

A Biestro y a Héctor Alonso Granados los humilla cada vez que puede.

Es el primer político del que se tenga memoria que cree que en solitario se construyen las carreras.

De continuar su ritmo, pronto será un lirio acuático en las aguas hediondas.

Es decir: un vegetal contaminado que crece para abajo.

 

 

Unas Precisiones de Miguel Barbosa

 

Miguel Barbosa Huerta me envió las siguientes líneas sobre mi columna de ayer.

Le agradezco el gesto y procedo a su publicación:

Mario Alberto: sólo para hacer algunas precisiones a tu columna.

Yo conocí a Emilio Maurer el primero de Mayo de 1998, cuando por primera vez hablé con él sobre la posibilidad de que fuera candidato a la presidencia municipal.

Nunca traté a Manuel Bartlett siendo él gobernador y yo presidente estatal del PRD, mucho menos a Mario Marín.

Muchos decían que otros del PRD sí lo hacían.

Tú sabes a quiénes me refiero.

Si yo hubiera tenido algún acuerdo con ellos me lo hubieran acreditado en ese tiempo.

Tu amigo está limpio, como en esta época.

Saludos.

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