El estado es de las 18 entidades con la tasa más alta en este rubro en tres de cuatro tipos que sufren las féminas de 15 años en adelante.
Por: Guadalupe Juárez / Ilse Contreras
La violencia física, económica y sexual son el tipo de agresiones que más sufre una mujer por su pareja.
De acuerdo con el Inegi, la entidad es de las 18 con las prevalencias más altas en tres – de cuatro– tipos de violencia que sufren las víctimas junto a la Ciudad de México, Estado de México, Morelos, Hidalgo, Jalisco y Aguascalientes.
Además de Yucatán, Querétaro, Michoacán, Guerrero, Tlaxcala, Durango, Veracruz, San Luis Potosí, Colima, Tabasco y Coahuila.
El porcentaje más alto en Puebla es el de la violencia económica, donde de 21.6% a 25.4% de las mujeres de 15 años y más, la ha padecido.
En cuanto a la violencia física, el porcentaje en el estado va de 18.2% a 21.1%. En tanto, el de las agresiones sexuales oscila de 6.5% a 7.8% de los casos.
Respecto a la violencia emocional, la prevalencia de los casos en la entidad es de 20.8% a 25.8%, rango medio a comparación de estados que registran de 25.9% a 31.0% de los casos.
Según el estudio publicado en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, conmemorado cada 25 de noviembre, en Puebla 44.3% de las mujeres que ha tenido una relación de pareja, ha sido víctima de algún tipo de agresiones en su contra.
Dos de cada cinco mujeres han padecido durante su relación violencia severa; una de cada cinco calificada como “muy severa” y una de cada cinco como “leve”, el resto de las agresiones son consideradas como “moderadas”.
La medición –explica el Inegi– se refiere no sólo al nivel de abusos que sufrieron durante el ataque, sino al grado o nivel de daño físico, así como a las repercusiones y consecuencias negativas que provocan a la salud mental y emocional.
El 46% de las víctimas reportó consecuencias psicológicas emocionales directas, que se reflejaron en problemas de alimentación, nerviosos y del sueño, además de generar angustia, tristeza, aflicción y depresión.
A esto se suman los daños corporales directos o indirectos como moretones, hinchazón, ardor o sangrado vaginal, desmayos, cortadas, quemaduras, pérdida de dientes, hemorragias o sangrado, hospitalizaciones u operaciones, fracturas, aborto o parto prematuro, enfermedades de transmisión sexual.
En consecuencia de lo anterior, el Inegi estima que una mujer pierde en promedio 29.7 días al año de trabajo remunerado a causa de los atentados por parte de su pareja.
De octubre de 2016 a octubre de 2017 se estima que en el país las mujeres víctimas perdieron 4.4 mil millones de pesos al no acudir a trabajar, debido a los estragos que les dejaron las agresiones que sufrieron.
el 60% ha sufrido violencia
Seis de cada 10 mujeres en el municipio de Puebla han sufrido algún tipo de violencia, la más común es la familiar, así lo señaló la representante del Observatorio 33 Mujeres, Edurne Ochoa Silva.
En entrevista, previo a su participación en la marcha por el 25N, apuntó que de acuerdo con datos de la Endireh, los tipos de abusos que más se ejercen contra las mujeres en la capital también son el físico y económico.
Ochoa Silva resaltó que es importante que en Puebla exista gobernanza, es decir, que la sociedad se involucre en la toma de decisiones, que haya políticas públicas integrales para erradicar la violencia digital, violencia política, acoso callejero, acoso laboral y exista acceso a la justicia para las mujeres.
"Vivimos en un sistema patriarcal y este nos oprime a todas y todos, entonces tenemos que replantearnos la comunicación y la convivencia, esto forma parte de la visibilización que tenemos que fomentar para que podamos vivir una vida libre de violencia, alcanzar la igualdad sustantiva y empoderando a las mujeres que vienen atrás", señaló la activista.
Por su parte, Catalina Aguilar Oropeza de Cihuautla Voluntad, Equidad y Bienestar A. C., indicó que el reto para acceder a la justicia sigue siendo la aplicación adecuada del Sistema Penal Acusatorio, sin embargo, para el caso de las mujeres algo prioritario es que los operadores de justicia dominen la perspectiva de género.
"Los operadores de justicia actualmente no dominan ese concepto y no pueden identificar cómo se asesina a una mujer por razones de género y es lo que estamos haciendo en Cihuautla", señaló.
Resaltó que las razones de género tienen que ver con la discriminación y los estereotipos hacia las mujeres, es decir que alguien espera una conducta estereotipada de las mujeres y al no obtenerla la asesina, y esto difícilmente es identificado por las autoridades que laboran en instancias que procuran la justicia.
Agregó que la asociación que representa brinda asesoría jurídica a través del litigio estratégico, el cual consiste en tomar oficialmente un caso de violencia hacia las mujeres para tener acceso al expediente y aplicar la ley y protocolos que se han modificado en los últimos dos años.
"Necesitamos más abogadas que desarrollen esa experiencia y ese conocimiento y estamos en proceso de formar algunos grupos para que las podamos acompañar ", apuntó.
