El papel de Moreno Valle
A pesar de que los haters del ex gobernador de Puebla Rafael Moreno Valle pronosticaban que el morenovallismo estaba en pleno declive, sin duda su nombramiento como coordinador del Grupo Parlamentario del PAN en el Senado de la República no sólo consolida su carrera política en la esfera nacional, sino que será protagonista en los próximos años de las decisiones que se tomen en la Cámara Alta para el país, lo que significa un respiro para sus aliados. Por lo pronto, el ex mandatario estatal ya presumió la capacidad de negociación que tiene con los jefes de las demás bancadas para construir acuerdos, un guiño quizá para el presidente electo Andrés Manuel López Obrador. ¿Será?
La necedad de José Juan
José Juan Espinosa Torres sigue sacando raja política del supuesto rechazo de un grupo que se opone a la Línea 3 de la RUTA. A pesar de que el Congreso local se mantiene paralizado por los conflictos que generó con otros diputados, JJ no desaprovechó acudir con los quejosos a una reunión con funcionarios de la Secretaría General de Gobierno, sí, la misma que vandalizaron en días pasados. Ahí, Espinosa Torres se vendió como héroe y presumió a través de sus redes sociales su hazaña, con lo que demuestra que sólo quería reflectores. Vil oportunismo.¿Será?
Los oportunistas
Renegaron de su partido, lo traicionaron, pero no así al dinero público que les daban, gracias al Partido de la Revolución Democrática. Ese fue el caso de la hija de la ex diputada local Socorro Quezada Tiempo, Olivia Johana Rojas Quezada, y del chofer de Eric Cotoñeto, operador político de Luis Miguel Barbosa Huerta en Morena. Los dos cobraban sus cheques en el PRD, pese a estar operando en el partido lopezobradorista. A principios del próximo año, el Sol Azteca comenzará con la depuración de sus padrones de militantes para así evitar que se repitan este tipo de lucros desaseados. ¿Será?
El enemigo número uno
La muerte del director de Movilidad en el Ayuntamiento, Emmanuel Vara, nos recordó que el enemigo número uno para los ciudadanos sigue siendo el transporte público, no sólo por su servicio deficiente que provoca que se incremente el uso del automóvil, sino por la incapacidad que tienen los conductores para circular por la ciudad. Los peatones y ciclistas son de las principales víctimas de estos cafres, pero los automovilistas no se salvan, pues también tienen que lidiar con ellos al convivir en las vialidades de Puebla con sus típicas carreras entre unidades y cambios de carril abruptos. ¿Será?
