La Quinta Columna 
Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam

La guerra por la candidatura de Morena al gobierno poblano empezó antes de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación determine si ratifica el triunfo de Martha Érika Alonso o anula los comicios.

Miguel Barbosa ha venido diciendo que él será nuevamente el candidato, aunque en la espalda tenga varios cuchillos clavados.

Las manos de sus eventuales verdugos pertenecen a sus propios compañeros de ruta, quienes no toleran la idea de que su nombre vuelva a aparecer en las boletas electorales.

Hay una guerra sorda por esa posición, pero como toda guerra sorda, ésta también es muda.

La trama en contra de Barbosa carece de altavoces.

Se  juega en la extraña patria del susurro.

La traición es el elemento sobresaliente en la conjura de la que hablamos.

La traición y los susurros suelen ir de la mano.

El que susurra, se prepara para traicionar.

El que traiciona, se ha llenado de susurros.

Susurran, pues, detrás de Barbosa quienes quieren ocupar su posición.

Y para ello ya lo enfermaron.

“No va a aguantar otra elección”, susurran mientras blanden el puñal.

Ya viene la fiesta de los cuchillos largos.

Y es que a varios de quienes quieren el cargo de Barbosa no les gusta la idea de convivir con él como gobernador.

Dicen que como buen autoritario, prácticamente los exiliará del estado.

Susurran que no compartirá el poder con nadie: ni con el Congreso del Estado, ni con el vicegobernador Rodrigo Abdala.

Él, juran, llevará las riendas del poder muy en el estilo de AMLO.

Manolín y Shilinsky, convertidos por decreto en dueños del Congreso, regresarían a su calidad de siervos del Señor Gobernador.

Los manotazos sonarían todos los días y a todas horas.

Por eso susurran al tiempo de blandir la daga.

Y preparan la traición.

“Está enfermo —juran—. No va aguantar otra campaña”.

Lo único malo es que Barbosa tiene en las manos la minuciosa relación de los traidores.

 

 

Surge “Payasito Venceremos” 

Lo primero que un lector medianamente educado espera al abrir una columna periodística es una prosa clara, una gramática adecentada por el paso del tiempo, un correcto uso de los calificativos, y algunas otras cosas más.

Entiende ese mediano lector que el contexto es básico para dibujar un tema, por lo que espera que el adecentado columnista exponga en una sola tirada de dados los puntos y las comas necesarios.

Pero si nuestro mediano lector se topa con una prosa torpe (rica en yerros), equívoca, balbuceante, tirará la columna en el basurero cibernético más próximo a su índice derecho.

Flaubert, que algo sabía del lenguaje, buscó y encontró la “palabra justa”, el adjetivo exacto, el punto final para cerrar un párrafo certero.

Esto viene a cuento porque así como la prensa poblana generó una corriente periodística denominada “Huarachito Venceremos” (en la que militan reporteros levantacejas y gritones), hoy empezamos a ver el surgimiento de un nuevo clan: “Payasito Venceremos”.

Ya habrá tiempo para ir desgranando la mansa y perseverante voluntad de ridículo que tienen sus agremiados.

El hipócrita lector tendrá noticias pronto.

 

 

En Memoria de la Señora Nora Beatriz

De doña Nora Beatriz Müller Bentjerodt, mamá de Beatriz Gutiérrez Müller, tengo un par de buenos recuerdos.

Su gran calidez recibía a los amigos de su hija.

Calidez doblada de conversación.

Una conversación generosa, sin prisas.

(Así son las buenas conversaciones).

Una vez comí en un restaurante que abrió con su feliz pareja.

(Estaba ubicado en el mismo sitio donde alguna vez estuvo la célebre Fonda de Teresita).

Hoy me entero con gran pena de su muerte.

Beatriz y sus hermanos Gabriela y Rodrigo compartieron las siguientes líneas es Facebook:

“La noche del lunes 3 de diciembre del 2018, a las 22:00 hrs., trascendió nuestra amada Nora Beatriz, madre, abuela y amiga entrañable. Su bien morir fue en casa llena de paz, rodeada de amor y acompañada de sus hijos y nietos.

“Les agradecemos sus muestras de cariño y les pedimos sigan enviando bendiciones de luz y amor para su hermoso ser divino. Les agradecemos, además, de manera anticipada, el respeto a la intimidad de estos tiempos para la familia”.

“P.D.: ¡Nuestra madre se fue dichosa de ver a Andrés Manuel culminar nuestro sueño en la lucha de tantos años, por su amado México!”.

Un abrazo desde aquí.

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