Sin Derecho de Réplica
Por: Alberto Rueda / @AlbertoRuedaE

Qué riesgoso resulta que la clase política actúe de manera irresponsable a sabiendas de que pueden causar una tragedia social si no miden sus declaraciones.

La clase política es ese espécimen de la aldea social compuesta muchas veces por sujetos sin escrúpulos, quienes manejan un doble discurso dentro y fuera de sus grupos.

Me explico.

Seguramente hemos sido testigos de conflictos entre dos o más integrantes de la clase política.

Guerra de declaraciones, dimes y diretes.

Se atacan defendiendo sus ideologías y sus supuestos principios.
Pueden ser muy hirientes con sus argumentos verbales con tal de ocasionarle un daño moral a su oponente.

Eso en escena. Detrás de telones se saludan, platican, coinciden en los clubes, comen en los mismos restaurantes.

Se abrazan, ríen, negocian, pactan y tienen infinidad de amigos en común.
Sin embargo, mientras esto sucede, dejan polarizada a la población.

Para muestra: las campañas, donde unos y otros no cesaron en descalificaciones entre un partido y otro; después vemos a los líderes de los partidos posando para la foto, con augusta sonrisa.

Ese es el nivel.

Pero, insisto, al final hacen que la sociedad termine verdaderamente confrontada.

Lo anterior lo reflexiono por las declaraciones que la dirigente nacional de Morena Yeidckol Polevnsky hizo en su visita por Puebla el pasado domingo.
El “amor y paz” que vino enarbolando López Obrador a lo largo de muchos años de campaña han terminado en el bote de la basura.

Tal parece que lo que quieren es ver correr sangre.

Ordenarle a los ediles morenistas que “no sean agachones”, que no se deben reunir con el nuevo gobierno del estado; reiterar que a pesar del fallo del tribunal, la de Puebla es una elección producto del fraude; pedir a la sociedad se mantenga en pie de lucha, entre otros ejemplos, son clara muestra de que más allá de trabajar por la reconciliación, lo que se busca es sembrar el odio en una sociedad de por sí sumida en la violencia y la desigualdad.

Por eso es importante que la clase política poblana sea más mesurada y especialmente personajes como los Espinosa, Maurer y Biestro comiencen a tomar una actitud más inteligente para que no se agudice la división.

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Por cierto, tal parece que el petista José Juan Espinosa se está quedando solo.

Dentro del Congreso del estado son ya varios los legisladores y colaboradores que se están comenzando a cansar por el autoritarismo y prepotencia de quien se cree dueño del Legislativo.

Incluso, líderes morenistas y del bloque Juntos Haremos Historia, como Gabriel Biestro, Claudia Rivera, Luis Miguel Barbosa y Fernando Manzanilla, empiezan a considerar la forma de cómo paralizarlo por las constantes imprudencias que el ex edil cholulteca comete de manera cada vez más constante.

Crearon un monstruo y ahora ya no saben cómo controlarlo.

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Agradezco a todo el equipo de 24 HORAS PUEBLA por su generosidad para con este comunicador.

A Mario Alberto Mejía e Ignacio Juárez, mi gratitud siempre.
Esta será la última columna de 2018.

El autor de Sin Derecho de Réplica se toma unos días de (in)merecido descanso.

Nos volvemos a leer en 2019.
¡Felices fiestas!

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