Por: Diego Diego
Foto: Archivo Agencia Es Imagen
Lobos y Puebla compartieron experiencias similares al momento de hacer fichajes: fueron de última hora.
La “falta” de elementos en posiciones como arquero, defensas y delantero hicieron que los clubes pensaran en traer jugadores de Sudamérica y de la Liga que terminaron por ser decepciones.
El primer caso es el de Alejandro Duarte, el guardameta peruano no terminó por cumplir con las expectativas del técnico Francisco Palencia y durante todo el Apertura 2018 se pasó en la banca.
Duarte, la joven promesa del balompié de Perú, llegó al club procedente de la Universidad San Martín, donde militó un campeonato de la Copa Movistar y fue titular en 20 partidos, lo que lo catapultó a ser convocado por la selección de su país.
El segundo es Jairo González, lateral izquierdo que llegó proveniente de Necaxa. Al igual que Alejandro no vio actividad con el primer equipo el torneo pasado y sólo participó con la filial Sub-20 en los duelos contra Atlas, Monterrey y América.
Otro defensa fue Jorge Zárate de Monarcas Morelia; en seis cotejos con la “20” anotó tres goles, recibió una tarjeta amarilla y tampoco fue considerado por Paco Palencia.
En el caso de La Franja, reforzaron la delantera con Cristian Palacios, se pretendía que el uruguayo jugara como socio de Cavallini en el ataque, pero sus números no resultaron ser los esperados.
Palacios apenas sumó 320 minutos en nueve partidos sin anotaciones; además de tener participación en la Copa MX con dos tantos ante Rayados y Venados.
