Mesa Cuadrada
Por: Gabriel Reyes Cardoso / @GabrielReyesCa3

Inteligencia y firmeza son los primeros valores que encuentro en la gobernadora Martha Erika Alonso.

Su gobierno enfrentará una realidad política que, a pesar de sus programas de trabajo, pudiera ser más complicada en términos de la administración, y más cara en relación con el esfuerzo que tenemos que realizar todos los poblanos si el Presidente Andrés Manuel López Obrador decide medir con caprichos y berrinches su relación con nosotros.

A la inseguridad pública, a la pobreza y marginación, a la creación de oportunidades para todos los poblanos, podría sumarse la indiferencia presidencial, lo que elevará los costos y los riesgos de los próximos años.

El Presidente López Obrador pecó de sinceridad, pero no de justo y honesto.

No es el problema no venir, “por el momento” a Puebla. No es el hecho en sí, venga o no. Los mexicanos que vivimos aquí merecemos el mismo servicio, el mismo trato y la misma inclusión que los demás.

El comentario presidencial no fue justo con los miles de poblanos que lo hicieron Presidente, y no fue honesto con la interpretación de la ley que, dígase lo que se diga, no podía estar del lado de sus compañeros de movimiento.

Antes de la decisión final del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, alguien ya había dicho que, a lo mejor, respetar la voluntad de los poblanos podría ir, después, en contra de nuestros esfuerzos, porque el Presidente negaría voluntad y recursos para los poblanos. Aunque ese pueda ser el costo, vale la pena.

Antes que nada, la mayoría de poblanos votamos por Martha Erika y debe respetarse nuestra voluntad.

Para el Presidente y para todos los mexicanos, el error de no respetar los votos costaría más caro que todo el dinero que nos negara.

Además, los poblanos no estamos mancos ni tuertos ni sordos ni paralíticos. Nos ayude o no el Presidente, podemos, debemos y queremos salir adelante.

Por eso me reconforta que uno de los primeros valores como gobernadora sea el de compartir firmeza y carácter.

Sus primeras expresiones, que muestran inteligencia, fueron precisamente para el Presidente López Obrador: “Encontrará un gobierno aliado”, “En Puebla será siempre Bienvenido”, porque así somos los poblanos, siempre estamos unidos con todo el país y nos gusta que nos visiten, aunque sea para invitarles un vaso de agua.

Debo, en el beneficio de la duda, entender también en esas expresiones del Presidente López Obrador un mensaje a su movimiento en Puebla y que ponderó, por encima de sus responsabilidades presidenciales, su espíritu de corresponsabilidad con sus compañeros morenistas también poblanos.

El Presidente López Obrador vendrá a Puebla, él sabe que vendrá y refrendará sus compromisos con los poblanos y poblanas.

Encontrará una sociedad de esfuerzo que sabe convivir con sus problemas, pero que no se refugia en sus miedos ni se esconde en sus enojos y hartazgos.

Y estoy seguro que la mayoría encontraremos en Martha Erika el liderazgo de energía y acción, de inteligencia y solidaridad con el cual las mujeres poblanas saben sacar adelante a su familia, con o sin esposo y siempre mirando el futuro como oportunidad de mejora, porque si algo caracteriza a nuestras mujeres poblanas son su fe incansable y su esperanza inacabable.

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