La comida de los derrotados

Los diputados locales de Morena, Partido del Trabajo y Encuentro Social se encuentran sumidos en la depresión y la rabia ante el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). Inconformes con el resultado, los legisladores -quienes han convertido al Congreso local en un apéndice del barbosismo- se reunieron con su patrón Luis Miguel Barbosa Huerta para definir la ruta a seguir tras la resolución de los magistrados.

El encuentro se realizó al filo de las 14:30 horas, en la colonia Narvarte, en Ciudad de México, en la casa del candidato doblemente perdedor.

¿Hacia a dónde apunta esa nueva ruta? Lo que se sabe es que ninguno de los morenistas ni de la coalición han aceptado el fallo del Tribunal.

¿Qué harán los locuaces legisladores José Juan Espinosa Torres, Gabriel Biestro Medinilla y Héctor Alonso Granados? ¿Incendiarán Puebla? ¿Optarán por romper lanzas con el nuevo gobierno del estado? En el caso de Miguel Barbosa Huerta la situación es similar: rechazar la resolución y dar a conocer sus movimientos en los próximos días.

¿Será capaz de llamar a sus lacayos a que desestabilicen la entidad poblana? ¿A ahondar en el clima de incertidumbre? ¿Caerá tan bajo como para llevarse a los ciudadanos entre los pies? En Juntos Haremos Historia, diputados y Barbosa exudan bilis negra. ¿Será?

AMLO y el caso Puebla

Nos tenemos que acostumbrar. No hay de otra. México tiene un presidente respondón, que detesta la crítica y más aún a aquellos que no se someten a sus caprichos.

Sobre el caso Puebla, Andrés Manuel López Obrador afirmó que la resolución del TEPJF fue una decisión antidemocrática y equivocada, pero aún así acatará el fallo porque es institucional y porque “ya hay un Estado de Derecho que antes no había”.

En otras palabras: no está de acuerdo, pero por ahora aceptará la resolución porque no le queda de otra. Palabras muy graves en alguien que se dice demócrata. ¿Será?

Conciliación

Hace muy bien la gobernadora electa, Martha Erika Alonso Hidalgo, en hacer un llamado a darle la vuelta a la página del conflicto poselectoral y trabajar de la mano por el bien de la entidad.

Para nadie es una sorpresa que en la victoria, la ex candidata de la coalición Por Puebla la Frente haya actuado con humildad, ese es su sello y es parte de su oficio político.

Quienes no la conocen, entonces ignoran que es una mujer que prefiere el diálogo a la confrontación, a buscar acuerdos ante divisiones y centrarse en un objetivo: Puebla. Hay gobernadora y hay oficio político. ¿Será?

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