Una presidenta en apuros
Karina Pérez Popoca es una presidenta municipal que en muy poco tiempo se ha ganado a pulso un espacio en la prensa por su incapacidad de gobernar y los conflictos al interior de su administración. Ahora, una bomba ha puesto en duda su continuidad: un video revela que habría incurrido en un fraude electoral. Las sospechas son muy grandes, luego de que la ex consejera del Instituto Municipal Electoral, Guadalupe Lozada Vivaldo fuera designada como secretaria General del Ayuntamiento de San Andrés Cholula. Las autoridades electorales están obligadas a iniciar una exhaustiva investigación sobre el caso. En Morena también hay casos sorprendentes. ¿Será?
Mentirosos a sueldo
Pues con la novedad de que José Juan Espinosa Torres aprovechó la parálisis legislativa que impuso en el Congreso local y con la cual pretende chantajear a la gobernadora electa, Martha Erika Alonso Hidalgo, para irse a hacer proselitismo en juntas auxiliares a favor de los candidatos de Juntos Haremos Historia que participarán en los plebiscitos. El diputado del PT también es un caradura, pues pretende cobrar su sueldo por los días que no ha trabajado ni trabajará. Así es como se las gastan los representantes de la Transformación de Cuarta. ¿Será?
Un mentiroso contumaz
El tiempo nos dio la razón: Luis Miguel Barbosa Huerta es un mentiroso contumaz, que ha hecho precisamente de la falsedad una sociopatía con la que ahora se apresta a seguir desestabilizando a la entidad poblana y el nuevo gobierno del estado. Fue justo el magistrado del TEPJF José Luis Vargas Valdez el que echó abajo cada una de las mentiras de Barbosa Huerta en el proyecto de resolución del juicio de nulidad que pidieron el candidato perdedor y Morena. El documento no sólo rechaza las quejas, sino que exhibe su poca veracidad. Insistimos: Barbosa es un mentiroso contumaz. ¿Será?
La depresión de la prensa
Los reporteros y directivos de los medios de comunicación locales que vendieron su amor a Luis Miguel Barbosa Huerta están tristes y rabiosos. Nada los conforma. Sus redes sociales son el epicentro para volcar la frustración y enojo que los embarga. Los Miguelitos y Miguelitas poblanos estaban segurísimos que su jefe ganaría. Algunos, incluso, festejaron por adelantado. Se les veía altivos y muy contentos. Una cubeta de agua helada los dejó en plena depresión después de la votación del TEPJF. Ahora, nos dicen, los Miguelitos pretenden refugiarse en el Congreso local para no morir de inanición. ¿Será?
