Irresponsabilidad legislativa
En el Congreso local, la mayoría de Juntos Haremos Historia ha demostrado que es irresponsable, obtusa y revanchista. El mejor ejemplo es la forma en que pretenden modificar el Impuesto Sobre la Nómina, al que reducirán 1%. Esta medida causará un boquete de casi 900 millones de pesos a las arcas estatales, sin que los legisladores ofrezcan una alternativa para subsanar el daño. En el fondo, lo que pretenden hacer es tomar medidas que los ayuden a mejorar su deplorable imagen ante la iniciativa privada y la ciudadanía, por eso van por recortes en recaudaciones como licencias o fotomultas. Un estado en manos de unos ignorantes. ¿Será?
Dudas razonables
Luego de que la administración de la alcaldesa Karina Pérez Popoca ha estado sometida a un continuo escrutinio público que ha sacado a la luz un auténtico desgobierno, torpezas y soberbia, a lo que suman un par de presuntas narcomantas, ahora surge un supuesto atentado cometido contra la munícipe: quemaron dos vehículos de su propiedad. Sobre esta versión existen más dudas que certezas, sobre todo porque la acusación de la alcaldesa se centra en el “panismo sanadreseño” sin que hasta ahora haya presentado una prueba. ¿Será?
Prepotencia estilo Morena
El diputado local de Morena Emilio Maurer Espinosa ha dejado muy claro que podrá apoyar en el discurso a la Cuarta Transformación, pero en los hechos se comporta peor que un priista de la época de los setentas. El legislador primero colocó una charola en su coche, en donde presume que es legislador federal –lo cual es falso–; luego fue captado estacionándose en lugares prohibidos y se descubrió que debe varias fotomultas. Su respuesta, cual soberbio político priista, fue llamar acomplejados a quienes lo criticaron. Antes ya le había mentado la madre a un tuitero que exhibió sus graves faltas de ortografía. ¿Será?
Ridículo presidencial
El tan cacareado anuncio de la creación de 100 universidades en las zonas más pobres del país por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador ha quedado en un auténtico chiste. Resulta que el mandatario anunció que desde 2019 se incluyó dicho programa en el Presupuesto de Egresos y lo presumió como una muestra del cumplimiento de su palabra. Pero la partida asignada asciende sólo a mil millones de pesos, que equivale a otorgar 10 millones de pesos para cada universidad, lo que representa una broma de mal gusto. Con ese dinero no alcanzaría ni para la obra negra. ¿Será?
