¡¡¡ 3, 2, 1, CERO… COMENZAMOS!!!
Por: Pablo Chávez Meza / @pachame

Cuando la ficción supera a la realidad nos hace pensar, hacia dónde vamos como sociedad. Me refiero a dos casos, el robo de identidad, fenómeno que va en aumento y los hechos lamentables ocurridos el viernes pasado en el poblado de Tlahuelilpan, en el estado de Hidalgo.
La otra vez mi tía abuela Godofreda me comentaba que una vecina le había dicho que a su hijo, que vive en Estados Unidos, le estaban demandando por el no pago de un crédito automotriz, pero resulta que el joven es estudiante de posgrado y no ha sacado ningún financiamiento.

Pero en algún descuido o hackeo, le robaron información y, con esos datos se hicieron pasar por él y sacaron un crédito a su nombre; ahora mientras son peras o manzanas, él tiene el problema encima y debe comprobar que no fue él quien buscó el crédito.

Esta situación, aunque parezca de película, es real y se está viviendo y no sólo en países desarrollados, sino que en naciones como la nuestra va en aumento.

Brasil y México son las dos naciones de América Latina que más ataques cibernéticos reciben al año. -¿Se acuerdan el año pasado lo que pasó con algunos bancos mexicanos que fueron objeto de ataques?, pues eso si ocurre y va en aumento-.

-En ese entonces, la información fue lenta y la autoridad tardó en salir a calmar las aguas. Se dijo y creo que fue verdad, que no hubo afectaciones al dinero de las cuentas de los clientes-.

En días pasados, la responsable de Suscripción Seguros en Líneas Financieras de AIG Seguros México, Joely Villalobos Manzur, comentaba que en el país ya existe un seguro para los ciberataques, buena noticia, lo malo, es que no está disponible para la población en general, sino para empresas.

Comentó que la información es poder –pregúnteselo a los políticos-; desde que iba en la carrera, de Periodismo y Comunicación Colectiva, algunos de mis profesores nos hacían mucho hincapié en este rubro, de que la información es poder y eso lo fui entendiendo con el paso del tiempo.

Pero así como la información, en este caso lo asocio a conocimientos y cultura general, la información personal, aquella que va desde nuestros datos personales como nombre completos con apellidos, hasta datos más sensibles como números de cuentas bancarias, de seguridad social, contraseñas de correos electrónicos y hasta bancarias.

-Imagínense lo que eso significa en las manos equivocadas. Pues sí, eso es lo que a diario los hackers buscan a través de los ataques cibernéticos. La pobre de mí tía abuela Godofreda a penas y lo puede entender y sin embargo, la gente de la tercera edad, los niños y jóvenes son de los blancos predilectos por los ciberdelincuentes; las mayores y niños por su inocencia para dar información a desconocidos.

-¿Cuántas veces no se reciben llamadas telefónicas a las casas pidiendo ciertos datos de la familia? y en el caso de los jóvenes, por estar muy metidos en sus celulares -móviles- no ponen atención a todo lo que bajan, ya sea aplicaciones, música, videos, y programas, al sinfín de permisos que das para poder acceder a éstos-.

Explicó que las personas están cada vez más conscientes sobre este tema de ciberseguridad, es decir analizan qué información están dispuestas a compartir y cuál no, pero por desgracia no todos están en la misma sintonía.

El otro tema que ha traído con el Jesús en la boca a la Sabia de mi tía abuela fue el accidente en Tlahuelilpan, Hidalgo, donde la cifra más reciente de muertos ascendió a 114.

El tema es muy delicado, pues las personas estuvieron en el lugar y en el momento equivocado, pero cometiendo un delito, robando combustible.

Sus muertes son lamenatbles, pero nos debe dejar una enseñanza, la vida es frágil y no la podemos perder por un acto de ambición; esperemos que el Gobierno en realidad resuelva el tema del huachicoleo.

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