De acuerdo con Lantia Consultores, de enero a noviembre de 2018 se registraron mil 172 asesinatos dolosos, es decir, 36% del total de los casos registrados en dicho periodo.

Por: Guadalupe Juárez

El año pasado 40% de los asesinatos en la entidad fue cometido por células del crimen organizado y van al alza con el transcurso de los años.

De enero a noviembre de 2018, Lantia Consultores contabilizó en el estado 462 ejecuciones, 107 casos más que lo registrado en el mismo periodo de 2017 y 32% más que en el mismo lapso de 2016.

Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en los primeros 11 meses de 2018 en Puebla se registraron mil 172 homicidios dolosos, de estos, 462 —según la consultora citada— fueron ejecuciones de grupos criminales.

Noviembre fue el más violento de 2018, pues Puebla se colocó en el noveno lugar a nivel nacional al registrar 72 ejecuciones, cuando en los meses anteriores la cifra más alta fue en julio con 51 casos.

En enero se contabilizaron 31, en febrero 36, en marzo 39, en abril 46, en mayo 36, en junio 36, en agosto 45, en septiembre 35 y en octubre 35.

Pese al incremento, en los primeros 11 meses de 2018 la entidad se posicionó en el lugar 17 a nivel nacional en ejecuciones, por debajo de Guanajuato, Baja California, Guerrero, Jalisco, Veracruz, Michoacán, Chihuahua, Estado de México, Sinaloa, Quintana Roo, Morelos, Ciudad de México, Oaxaca, Colima, Tamaulipas y Sonora.

Un año antes ambas cifras eran menores, los asesinatos de enero a noviembre fueron 950, de los cuales 355 fueron considerados como homicidios perpetrados por el crimen organizado, es decir, 37%.

A nivel nacional se acumularon 20 mil 535 casos en los que los responsables de las muertes fueron células del crimen.

En 2016, la primera vez que la consultora arrojó datos de todos los meses, se registraron 658 asesinatos, en su informe indicó que en el lapso de enero a noviembre de ese año 349 fueron cometidos por grupos criminales.

El uso de arma de fuego en los homicidios dolosos de igual forma ha incrementado. El año pasado hubo 877 víctimas, en 2017 fueron 664 casos y un año antes 365 en los que el agresor ocupó esta arma para asesinar, según los datos del SESNSP.

Las ejecuciones son consideradas consecuencias del mercado negro de drogas, pero también con los delitos de robo de vehículo, de combustible y tráfico de personas.

Puebla ocupa el segundo lugar en el país por robo de combustible. Se sabe que dos cárteles del narcotráfico, más grupos locales dedicados a la extracción del combustible, han mantenido enfrentamientos para controlar las zonas.

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