Por: Agencia Notimex
Científicos de la Universidad Nacional de Ciencia y Tecnología de Rusia MISIS (NUST MISIS), junto con colegas del Instituto Tecnológico Centroeuropeo (Brno, República Checa) y otras universidades checas desarrollaron una sustancia biodegradable que acelera la curación de piel afectada por heridas o quemaduras.
“En nuestra invención usamos las nanofibras de policaprolactona — una sustancia biocompatible y biodegradable. Agregamos a estas fibras la gentamicina –un antibiótico de amplio espectro”, explicó Elizaveta Permiakova, una de las autoras de la investigación y empleada del laboratorio Nanomateriales Inorgánicos de la NUST MISIS.
Los vendajes a partir de esta sustancia, que tiene componentes antibacterianos, producen efecto local prolongado sobre las heridas y no requieren recambio, por lo que es posible colocar un nuevo vendaje sobre el anterior.
La historia de los vendajes está vinculada con los nombres de Hipócrates, Paracelso y otros curadores con fama mundial. Las vendas antiguas de lino y lana se impregnaron en aceites, y en el siglo XIX, el médico ruso Nicolás Pirogov propuso utilizar antisépticos para tratar heridas: lavarlas con una solución y usar vendas de gasa que aceleran el reflujo de líquidos.
En la actualidad, el tratamiento de quemaduras y cortaduras utiliza antisépticos, antibióticos y un cambio regular de vendajes que provoca efectos secundarios, señala el artículo sobre la investigación que publica la revista Materials and Design.
En particular, los antibióticos matan las bacterias nocivas pero también las benignas, mientras que el cambio de vendajes viola la integridad de los tejidos que acaban de cicatrizarse y produce dolor.
La ventaja del desarrollo logrado por los científicos de la NUST MISIS y sus colegas europeos es una sustancia biocompatible para vendar heridas capaz de producir un efecto local en el lugar de inflamación y que no necesita recambio.
Al liberar el antibiótico, los vendajes se disuelven paulatinamente sobre la piel y de ser necesario, se puede colocar un nuevo vendaje sobre el anterior.
En la combinación de las nanofibras con el antibiótico “es curioso que el efecto resulte prolongado: observamos una reducción notable de la cantidad de bacterias durante las 48 horas después de aplicar la sustancia. Las vendas con antibacteriano suelen causar efecto durante las primeras 24 horas o menos tras su aplicación”, destacó Elizaveta Permiakova.
La prueba se llevó a cabo con el uso de tres estirpes de bacteria intestinal (Escherichia coli). Las tres estirpes tuvieron un grado distinto de resistencia al antibiótico, pero en los tres casos se observó un fuerte efecto antibacterial.
Según los científicos, esta sustancia puede usarse no sólo para tratar la piel sino también en la terapia de las enfermedades óseas, como osteoporosis y osteomielitis.
Los científicos continúan probando y mejorando la sustancia: se planea usar también otros antibióticos, por ejemplo la ciprofloxacina, antibiótico de nueva generación al que gran parte de bacterias no son resistentes todavía.
Además, se planea incrementar la eficacia de la sustancia mediante la creación de vendajes consistentes de muchas capas (un antibiótico, la heparina para reducir la coagulación de la sangre en la superficie de la herida y un antibiótico de nuevo).