La Quinta Columna
Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam
Dos son en realidad los más fuertes aspirantes a la gubernatura de Puebla por parte de la coalición Juntos Haremos Historia —que habrá de sumar al Partido Verde—: Miguel Barbosa Huerta y Alejandro Armenta Mier.
(Nancy de la Sierra es víctima de una dualidad esquizofrénica: también quiere ser candidata, pero cada vez que puede —y puede mucho— jura que el abanderado será Barbosa).
Este último viene de una larga campaña que inició en los últimos meses de 2017.
Primero, regresó a Puebla después de una larga ausencia en la Ciudad de México y anunció que buscaría ser el candidato a la gubernatura.
Luego se hizo a un lado tras admitir que Enrique Cárdenas Sánchez sería el nominado.
Más tarde, regresó a la contienda interna y le arrebató a Cárdenas la candidatura por órdenes superiores.
Finalmente, enfrentó a Martha Érika Alonso Hidalgo y a Enrique Doger Guerrero.
La noche del 1 de julio, una encuesta de Ray Campos reveló —en Televisa— que Barbosa aventajaba a Martha Érika, pero horas después —en el noticiero matutino de Carlos Loret— el encuestador confesó que había un error en la muestra demoscópica y que la ganadora era quien días después fue reconocida como gobernadora electa.
El 3 de julio, porros y golpeadores de Morena violentaron un salón del hotel MM y se les fueron encima —a patadas y puñetazos— a jóvenes de Acción Nacional que se daban a dos tareas legales: reunir las copias de las actas de escrutinio y cotejar sus números.
Barbosa impugnó la elección metido en la zozobra.
Así pasaron los días y los meses.
Y cuando por fin creía que el final a su favor estaba cerca —con una anulación anunciada por morenistas locales y nacionales—, el Tribunal Electoral de Poder Judicial de la Federación reconoció el triunfo de Martha Érika Alonso.
A Barbosa no le gustó el resultado, pero dijo que lo acataría.
Y la cosa no iba y después sí, y entonces vino lo del mitin a unos pasos del Carolino.
Y eso de la resistencia civil y las amenazas para que nadie reconociera a la gobernadora.
Y sucedió lo que ya sabemos: el 24 de diciembre un helicóptero Agusta se vino abajo y las cosas en Puebla regresaron a la etapa de las precampañas y campañas, con una novedad: la presencia de un gobernador interino (Guillermo Pacheco Pulido) votado casi por unanimidad.
Largo ha sido el periplo de Miguel Barbosa.
De manera natural, los suyos lo reconocen como el legítimo candidato.
Y en esa trama, a la mitad de la noche poblana, surgió hace unos días el nombre del senador Alejandro Armenta Mier.
La aceptación que hizo de que buscaría la gubernatura por Juntos Haremos Historia movió las aguas.
Gabriel Biestro, aspirante fallido a la gubernatura interina y Presidente del Congreso de los diputados, arremetió en su contra y lo invitó a no distraerse de sus tareas en el Senado.
(Hay que decirlo: Biestro hablaba por Barbosa, quien sólo quiere tener en la contienda interna a una dócil, aunque irritada, Nancy de la Sierra).
El destape de Armenta generó adhesiones entre muchos priistas y perredistas.
(El senador ya adelantó que va también por el voto del panismo).
La convocatoria está por expedirse y vamos a ser testigos de una guerra inusual.
(Desde hace meses en Puebla todo es “inusual”).
Y las dudas matan más que nunca:
¿Quién alentó las legítimas aspiraciones de Armenta Mier?
¿Quién le dijo que le entre con todo?
¿Quién abrió el cielo morenista en lugar de cerrarlo a un solo aspirante?
¿Qué mano mueve la perilla en esta trama macabra?
Nota Bene 1: Cuentan que el senador Armenta bajó de la camioneta del presidente López Obrador en algún trayecto de la gira por Huauchinango.
¿De qué hablaron?
¿Qué fichas cruzaron?
Nota Bene 2: La senadora Ana Lilia Rivera, de Tlaxcala, rindió ayer su informe.
Durante la presentación de sus invitados especiales presentó a Alejandro Armenta como el “próximo gobernador de Puebla”.
Y advirtió: “Y muchos tlaxcaltecas lo vamos ir a ayudar”.
¿Testigo de honor?
El muy sonriente Ricardo Monreal, presidente del Senado.
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Noticias de una Gira Desangelada
Nancy de la Sierra, ya lo sabemos, odia a sus paisanos los teziutecos y a los “pinches gatos”.
Lo que no sabíamos es que odiara también las barbacoas de los pueblos.
Sus más recientes recorridos de precampaña (ella les llama “informes legislativos”, o algo así) han resultado accidentados.
Vea el hipócrita lector:
Fue a Acatlán, pero canceló en Tepexi.
Fue a Ajalpan, y no quiso almorzar barbacoa.
Fue a Tehuacán, pero a una junta auxiliar.
Ahí, entre sillas vacías, encabezó un acto que la puso de franco malhumor.
Ahí mismo escuchó que la diputada local Monina Garci Crespo ha amenazado a varios morenistas que no apoyan a Miguel Barbosa.
Toda una comedia de equivocaciones.
Es lo que hay
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El Músculo de un Gobernador
El Gabinete de don Guillermo Pacheco Pulido reúne a ex funcionarios de cinco administraciones: de Bartlett para acá.
Eso incluye a priistas, panistas y personajes ligados a Morena.
Todo un mérito.
Y es que la capacidad de convocatoria del gobernador interino ha sido confirmada.
También tuvo el tino de ratificar a tres miembros del Gabinete de Martha Érika Alonso y la sensibilidad de consultar (para las posiciones de la SEP y de Desarrollo Social) a Esteban Moctezuma Barragán y a Rodrigo Abdala.
El primero está por sugerir un nombre.
El segundo recomendó a Mario Monterosas Alonso, quien ya despacha en su secretaría.
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Marcelo García y sus Críticos
Muy reveladora la columna de Ivonne Melgar publicada hace unos días en Excélsior.
He aquí un fragmento:
“Este lunes 21 de enero fue designado como gobernador interino el priista Guillermo Pacheco Pulido, exdiputado y expresidente del Tribunal estatal.
“Los panistas de Puebla respaldaron esa propuesta de Morena en el Congreso, con el argumento de propiciar la estabilidad en el estado que, luego de siete meses de conflicto poselectoral, sufre una merma en inversiones y turismo.
“Ahora, la dirigencia del PAN acusa de traición a los legisladores, quienes este lunes se quedaron sin pelea cuando esa misma dirigencia les notificó que la candidatura de Jesús Rodríguez Almeida no transitaría entre la mayoría legislativa morenista.
“Si la cúpula del PAN supo que su propuesta no tendría los votos, es porque los acuerdos formalizados en Puebla se cocinaron en la CDMX.
“¿Marko Cortés, presidente panista, no supo sortear la coyuntura en Gobernación o con los interlocutores del Presidente? ¿Fallaron los gobernadores que, en voz del tamaulipeco Francisco García Cabeza de Vaca, habían prometido defender Puebla?
“Según informó en redes sociales el removido coordinador de la bancada estatal, Marcelo García, el gobierno no honró su palabra.
“Perteneciente al primer círculo de la pareja Moreno Valle-Alonso, el diputado también cuestionó: ‘Quien busque traidores estará condenado a ignorar la relevancia de lo que sucede o sucedió’.
Hasta aquí la larga, pero reveladora cita.
La cuestionada actuación de Marcelo García mostró una oposición madura en Puebla: no la del grito y la descalificación, sino la que se suma a los proyectos cuando éstos son sensatos y para bien de Puebla.
Él “Sí” a la propuesta que encabezaba Pacheco Pulido ayudó a darle mayor certidumbre al gobierno interino.
¿Cómo se hubiera visto un “No” en el contexto de una votación perdida?
En un célebre debate realizado en Televisa en los últimos meses del siglo pasado, Diego Fernández de Cevallos le dijo a López Obrador —a la sazón, dirigente nacional del PRD— estas célebres palabras:
“En todos los países civilizados, las oposiciones que se respetan a veces votan en favor de las propuestas”.
Fue el caso de ese polémico voto panista