Por: Notimex
Tierra de hombres y mujeres que con sus manos crean y transforman verdaderas obras de artes que visten a los mexicanos; se trata de Pinotepa de Don Luis, un municipio indígena de Oaxaca que busca, a través del arte, rescatar su cultura ancestral Mixteca.
Es aquí, en el Barrio de las Piedras, donde vive Doña Felipa, una mujer de unos 50 años de edad que con la ayuda de su máquina de coser combina la prenda de la mujer mixteca, el Pozahuanco, también llamado enredo, con nuevas telas.
De esta forma, crea prendas más estilizadas como blusas, vestidos para mujeres, así como carteras y camisas para hombres que no solo puedan ser portadas por las personas originarias de esa comunidad o los pueblos vecinos.
Felipa dice que ésta es una manera de revalorar nuestra cultura ancestral, de que no se pierda nuestra historia, de que el mundo sepa que las prendas de las mujeres mixtecas son sinónimo de elegancia, pero sobre todo de mucha creatividad.
Y es que el Pozahuanco, la materia prima de doña Felipa, se hila en telar de cintura con algodón, el cual se tiñe principalmente con grana cochinilla, azul añil o caracol púrpura (caro por ser único); además, lleva fantásticos y espectaculares diseños relacionados con la cosmovisión del pueblo.
Es mucho el tiempo que pasan las mujeres sentadas en sus patios para crear esa obra de arte: el Pozahuanco, que tradicionalmente va sujeto a la cintura con una o más fajas, pero que ahora doña Felipa le da un uso más moderno.
La mujer indígena señala que son colores únicos de la cultura mixteca que van del púrpura al lila y del azul al guinda, los cuales, como nunca se llegó a pensar, ahora además lucen en las camisas masculinas en sutiles tiras que dan elegancia.
Aunque Doña Felipa no utiliza las redes sociales, sus productos ya son adquiridos, además de casi en todos los municipios de Oaxaca, en Baja California, Morelos, Guadalajara, Puebla, entre muchos más, y es así como va dando a conocer la cultura mixteca.
Refiere que más allá de la necesidad de generar dinero, es la satisfacción de servir a la gente, contribuir a dar a conocer su cultura y emplear a las mujeres artesanas indígenas, lo que la mantienen de pie.
Al día elabora cerca de 10 prendas, que hora quiere seguir llevando a otras entidades, pero también tiene el deseo que estos colores y el tejido de las mujeres mixtecas sean vistas por otros países del mundo.
Pero en su casa, no sólo ella crea obras que encantan miradas sino también su hijo, quien, con la técnica ancestral del labrado de jícara, las transforma en portaplumas, recipientes para beber agua o mezcal, así como aretes, lámparas, entre muchas más.
Ambos creadores del municipio de Pinotepa de Don Luis, un pueblo de poco más de siete mil habitantes, se han unido a muchos otros artesanos que buscan revalorar su cultura a través de lo que cada uno sabe hacer.