Por: Diego Diego
Foto: Archivo Agencia Es Imagen
El arbitraje de un partido siempre, o en ocaciones, se espera sea polémico; aunque no tendría por qué ser así. Polémico, quizá, por dejar en desventaja a uno de los equipos, por aplicar un “distinto” rigor en algunas jugadas, o en el último de los casos por la poca experiencia de los silbantes.
En el último minuto del encuentro, cayó una anotación de Félix Crisanto, el del empate. El asistente señaló un fuera de juego y fue víctima de reclamos. El central, con una postura “fría”, contuvo la actitud eufórica de los universitarios; no recurrió al VAR, marcó saque de puerta.
La racha de Lobos BUAP en el Universitario, que no perdía desde septiembre pasado -ante América-, llegó a su fin, de la manera menos esperada, probablemente la más injusta.
El inicio fue un golpe de autoridad de los universitarios, dos goles en diez minutos. Por la banda derecha, Félix Crisanto filtró el esférico al centro, cerrando la “pinza” apareció el Artillero Leonardo Ramos, el cronómetro ni siquiera marcaba el minuto de juego.
Encendido, el Artillero recibió una asistencia de Yago Da Silva, cruzó de pierna derecha y firmó el 2-0. Necaxa no veía ningún espacio. La dupla Ramos-Da Silva dio cuenta de los hidrocálidos y se veía difícil la igualada.
El “2-0”, el marcador más engañoso
Antes de terminar la primera mitad, el conjunto dirigido por Guillermo Vázquez sorprendió a la defensa local y descontó su primer tanto.
Tras un saque de banda, Martín Barragán sacó un potente riflazo de pierna derecha al centro del marco que liquidó la meta del portero Antonio Rodríguez, Toño no recibía gol desde el último cotejo de la campaña sad ante Toluca.
Para la parte complementaria, sorpresivamente, Necaxa consiguió el empate en menos de 8 minutos. Desde los once pasos Eduardo Herrera firmó la anotación del empate tras recibir una falta de Michael Orozco.
El empate, hasta ese momento, era de no creerse. Lobos era superior en la posición del balón, sin embargo en dos aproximaciones perdieron la ventaja, ventaja que se trasformó en la victoria visitante.
La “ley de la ventaja” en favor de los Rayos
Poco a poco el ritmo del juego se “cortó”. Las faltas inundaron el terreno de juego y la falta de tarjetas terminó por calentar los ánimos. Dos tarjetas rojas que pudieron cambiar considerablemente el encuentro.
En primer lugar, los manotazos de Leo Ramos hacia sus rivales debieron ser reprobados con dos tarjetas amarillas. Por parte de Necaxa, Ángel Sepulveda en tres ocaciones irrumpió con la mano el avance de los universitarios, otras dos amarillas.
Sepulveda fue quien más tarde marcó el gol del triunfo para los Rayos. Asistido por Fernando González, el mediocampista colgó la esférica en el ángulo dejando sin oportunidad de atajar a Toño Rodríguez. La vuelta del Rayo 3-2 en el minuto 62.
La tónica del partido siguió el mismo curso, el criterio del árbitro central en la marcación de faltas fue distinta y mantuvo algunas jugadas a favor de los visitantes.
En el agregado, tras un centro al área, Felix Crisanto empató el marcador, pero el asistente advirtió un fuera de lugar. Cuando se esperaba que la jugada fuera vista en el VAR, se decidió no hacerlo y terminar el encuentro.