Las fragmentaciones del hábitat provocan que algunas poblaciones de mamíferos sufran modificaciones en su cromosomas y se generen subpoblaciones o especies distintas a la original.
Por: Redacción
Rosa María González Monroy, académica de la Facultad de Ciencias Biológicas de la BUAP, con la colaboración de Jesús Martínez Vázquez, también catedrático de dicha unidad académica, así como de investigadores de Hidalgo y Ciudad de México, lleva a cabo un estudio desde hace 10 años para conocer la diversidad cromosómica de los quirópteros (murciélagos) del estado de Puebla.
En ese sentido, González Monroy llegó a la conclusión de que esta especie presenta variaciones cromosómicas, principalmente en la zona sur de la entidad.
Luego de capturar algunos ejemplares y analizar su médula ósea para obtener el cariotipo y el patrón de bandas cromosómicas G y C, la investigadora adscrita al Laboratorio de Mastozoología encontró que en Xochitlán de Vicente Suárez los murciélagos machos tienen un número diploide de 30; mientras que en los estados de Veracruz y Morelos es de 31. Por ello, en dicho municipio estos mamíferos presentan la reducción de un cromosoma.
Asimismo, durante la investigación se registró que en la zona sur del estado estos organismos presentan más variaciones genéticas, principalmente en los municipios de Huehuetlán El Grande y Tepexi de Rodríguez.
Cualquier factor que afecte los complementos cromosómicos constituye un paso evolutivo de consideración, los cuales a veces conducen a las poblaciones hacia un aislamiento definitivo, ya que una especie que tiene un número cromosómico de 30 y otra de 31 no se puede entrecruzar, sólo será posible entre individuos con el mismo número diploide.
Como consecuencia de lo anterior se generarán poblaciones aisladas, detalló la Integrante del Cuerpo Académico Biología de Grupos de Organismos.
Al respectó explicó que “si estas poblaciones aisladas tienen un número pequeño de individuos no subsistirán a cualquier cambio o variación; en caso contrario, si son de un tamaño adecuado van a sobrevivir como nuevas especies o subespecies”.
Estas variaciones genéticas intervienen en la diversidad de los murciélagos, los cuales más allá del estereotipo de un ser “chupa sangre” son mamíferos que brindan beneficios para el ecosistema y el ser humano, como ser controladores de plagas al consumir toneladas de insectos.
Además, contribuyen a la reforestación, ya que las semillas de frutos que tragan, como la guayaba, las dispersan en el medio ambiente durante su vuelo. “Si estos cambios están ocurriendo en los murciélagos, posiblemente le podrían suceder a cualquier otro organismo”, detalló la académica.
Por lo cual, tener el conocimiento de diversos seres vivos a nivel cromosómico permite estudiar las poblaciones con una distribución amplia e identificar re-arreglos genéticos a corto plazo, pues las fragmentaciones del hábitat, a causa de la intervención del hombre, provocan que algunas poblaciones de mamíferos sufran modificaciones genéticas y se generen subpoblaciones o especies distintas a la original. Al ser diferentes no se entrecruzan y llegan incluso a desaparecer. Este podría ser el caso de los murciélagos.
Cabe destacar que los murciélagos son el segundo orden de mamíferos más abundante del planeta, tanto en diversidad como en el número de ejemplares.
La mayor riqueza de estas especies se encuentra en América Latina. De mil 116 que existen en el mundo, en México hay alrededor de 139 de las cuales 60% se encuentran en Puebla. Las condiciones topográficas de la Sierra Norte y la Mixteca poblana contribuyen a que sean áreas importantes para estos mamíferos.