La Franja perdía 1-0, pero vino la remontada en el estadio Jalisco

Por: Diego Diego
Fotos: Agencia Cuartoscuro

La salida de Enrique Meza del banquillo poblano fue lo que los jugadores pidieron a gritos. Antes de su división, el plantel trabajaba sin orden, sin energía, falto de ataque; hoy, las cosas parecen haber cambiado. Dos victorias en una semana, en Copa ante Tampico Madero, y anoche en Liga contra Atlas.

En menos de cinco días, Octavio Becerril –técnico interno– logró cambiar la imagen del Puebla. Becerril sacó al equipo del “bache futbolístico” y dejó “servida la mesa” para la llegada del nuevo timonel: José Luis Sánchez Solá, “El Chelis”.

Nadie vio venir el regreso de La Franja, mucho menos que fuera encabezado por Matías Alustiza, quien comandó el ataque albiazul para sumar el segundo triunfo de la campaña.

Los Rojinegros se presentaron en casa con un gran poderío. En cualquier sector de la cancha eran dueños de la redonda, cerraron espacios y se anotaron el primer tanto del encuentro al minuto 15.

Luego, de un tiro de esquina, Jesús Isijara bajó el esférico con el botín derecho, se puso frente al marco y remató a primer palo para dejar sin oportunidad al guardameta Nicolás Vikonis. La pésima marcación de Ignacio Pallas y Brayan Angulo derivó en el 1-0.

Contrario a lo que venía haciendo al inicio del Clausura 2019, el uruguayo Cristian Tabó fue el autor del gol para empatar antes de concluir el primer tiempo. En una “descolgada”, el delantero puso el acelerador y en el “uno a uno” venció la cabaña de José Hernández.

La celebración no se hizo esperar, detrás de él corrieron Ángulo y Alustiza para festejar la igualada en el marcador, un aire que motivó al conjunto tras ir abajo en el resultado. Una remontada parecía estar cada vez más cerca.

La mano de Santamaría otorga los tres puntos

La segunda mitad del encuentro fue caótica para ambos conjuntos. Ninguno era capaz de terminar una jugada en contra y las posibilidades se reducían conforme avanzaba el reloj. Atlas era aún superior en la posesión del balón.

En los últimos minutos apareció “El Chavo” Alustiza y de cabeza consiguió el segundo tanto para los poblanos. En un tiro de esquina, el argentino dio dirección de puerta la esférica y en el rebote pegó en la mano del defensa peruano Anderson Santamaría liquidando el 2-1.

Alustiza no creía en la remontada. Corrió a la línea de banda y buscó a la afición. Terminó una semana muy productiva, cuatro anotaciones en dos partidos (tres ante Tampico, uno contra Atlas).

Después de la tormenta, nuevos aires vendrán para La Franja.

Ojalá que la llegada de Sánchez Solá sea el parteaguas para consumar el objetivo que la directiva y la afición quiere: la liguilla. Esto volverá a comenzar de cero, será momento de cambiar la imagen, levantar la cabeza… viene un nuevo Puebla.

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