Carlos Figueroa recibió dicha distinción en el Salón General “Adolfo Mijangos López” de la Universidad de San Carlos
Por: Redacción
Fotos: Cortesía
Carlos Figueroa Ibarra, investigador de la BUAP en el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades (ICSyH) “Alfonso Vélez Pliego” desde 1980, recibió el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad de San Carlos de Guatemala.
Mediante un comunicado, la máxima casa de estudios poblana informó que Figueroa Ibarra es sobreviviente de la dictadura militar de su natal Guatemala; vivió la violencia política del gobierno encabezado en ese entonces por el general Romeo Lucas García.
En 1979 fueron asesinados tres compañeros de lucha y en 1980 sus padres, hechos que sembraron el interés en este tema del investigador, autor de “El recurso del miedo”.
El Doctor Honoris Causa se suma a la Medalla “Gabino Barreda” que le otorgó la UNAM por su sobresaliente desempeño académico al graduarse en la Maestría y Doctorado en Sociología, 1986 y 2000, respectivamente, ya exiliado en México.
Autor, coautor, editor y coordinador de 23 libros, Carlos Figueroa Ibarra es investigador del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego” (ICSyH) desde 1980, cuando fija su residencia en México tras el asesinato de sus padres y amigos y ser amenazado de muerte por el Ejército Secreto Anticomunista de Guatemala.
Las preocupaciones científicas iniciales del también autor de 62 capítulos de libros y 93 artículos publicados en revistas, Maestro Visitante en la Universidad de Stanford, The Evengreen State College y el Programa Centroamericano de Ciencias Sociales por FLACSO de Guatemala, El Salvador y Costa Rica, entre otras, se enfocaron en la sociología rural. De ahí su obra “El proletariado rural en el agro guatemalteco”.
Más tarde, el interés de quien ocupó el cargo de coordinador del Posgrado de Sociología del ICSyH, acreedor de numerosas becas de investigación, nacionales e internacionales, se centró en el estudio de procesos políticos y violencia de Guatemala en conjunción con procesos políticos de México.
“Mi compromiso emocional, político y académico con Guatemala se combina con el gusto por la historia, la música, la comida y la vida en México… Por fortuna el destierro no me volvió un apátrida, sino en alguien con dos patrias: la que me vio nacer y la que me salvó la vida”, explicó el investigador de la BUAP.