Los Guisantes de Mendel
Por: Víctor Florencio Ramírez Cabrera / @vicfc7

El día de ayer, el director de la Comisión Federal de Electricidad dijo que las energías renovables eran caras, intentando explicar por qué la operación de la generación eléctrica basada en hidrocarburos permanecería. Vale la pena hablar del tema.

Cuando en 2013 se hizo un cambio constitucional que permite a cualquiera participar en el sector energético, sin ser parte del gobierno, pocas expectativas había sobre la transición energética a fuetes renovables. La iniciativa que presentó el entonces presidente Peña Nieto sólo intentaba permitir que particulares participaran en la extracción de petróleo. Sin embargo, en el camino hubo también una apertura para que todos aquellos que pudieran generar electricidad y ofrecerla al consumidor (al precio más bajo), pudiera hacerlo.

En ese entonces, las energías renovables se veían como algo de futuro, caro y que había causado incrementos de tarifas eléctricas en países como Alemania, que caminaron rápido a renovables gracias a esquemas que favorecían el uso de paneles solares, pero que generaban un alto precio de energía al consumidor final: las “feed in tariff”. En pocas palabras, la energía generada por solar se pagaba mejor. Al pequeño generador le convenía.

México tuvo una ventaja: la economía de escala generada por la demanda de paneles solares en países como Alemania y China fueron bajando los precios de los paneles. Por ejemplo, un panel de 250 watts en 2009 pudo costar unos 2,000 dólares, mientras que actualmente su precio anda por ahí de 250 a 400 dólares instalado, dependiendo del tamaño del proyecto.

Ahora, comparado con las energías convencionales, las renovables siempre tendrán una ventaja: para las convencionales tienes que usar combustibles, siempre; mientras que el sol, el agua, el viento, no tienen precio. España impuso temporalmente un impuesto indirecto al sol, que se eliminó.

Por eso, una vez amortizado el costo de la inversión inicial en tecnología, el precio de la energía tiende a cero, mientras la tecnología siga generando. Los paneles solares, por ejemplo, se mantienen generando por unos 30 años, periodo tras el cual disminuye, pero no cesa, su generación.

Un generador eólico, mientras se mantenga en buen estado y haya viento, generará energía.

Ahora, el entorno de competencia que se generó en México con el modelo de subastas de energía eléctrica causó presión sobre los vendedores, al grado de reducir el costo de la energía generada a la mitad o menos, al llegar a 20 dólares por MWhr generado o menos, con energía eólica pero muy de cerca la solar, esto a gran escala.

Y aquí hay un límite interesante: difícilmente la energía convencional podrá costar menos que lo que cueste la extracción de petróleo o productos relacionados, que son necesarios para generar constantemente. Mientras eso sucede, las renovables no requieren mas que un mantenimiento mínimo.

Todas las renovables, pero principalmente la solar, se pueden escalar y es ahí donde renace un concepto del origen de la electricidad: la generación distribuida. Que es generar la energia en el sitio que se consume y que las economías de escala de las energías convencionales dejaron en desuso. Pero ahora con los sistemas modulares solares reviven.

Todo esto lleva a un cambio en el paradigma de cómo entender la energía: Las renovables son mas baratas, están en todos lados pero en algunos lugares con mas potencial que otros. Aprovechar las fuentes renovables para llevar la eólica o la solar a donde más se consume requiere cableado que se opera de forma inteligente, y que está en posesión del Estado y no puede estar de otra manera, es lo que llamamos un monopolio natural. Lo demás, puede estar en competencia, pero regulado por el gobierno.

Como los usuarios mas pequeños tendrían muy complicado estar viendo que instalar y a quien comprarle, se crearon representantes de ellos que les darán el servicio y que sólo podrían comprar energía en las subastas que dijimos arriba.

Pues bien: en las semanas recientes se cancelaron lineas de transmisión, licitaciones para bajar aún más los costos de la energía, donde las renovables ofrecen lo mejor en costos y prometieron hablarnos ayer de que se hará en lugar de todo esto, pero nos quedamos esperando.

La transición energética tiene tres lógicas: una ambiental, pues ayuda a frenar el cambio climático, una económica pues nos da energía más barata en el largo plazo, y una de seguridad y soberanía, pues no requerimos importar algo para garantizar energía.

Es mentira que las renovables sean caras, no ahora ni con modelos de competencia. Es mentira que generen inestabilidad, pues una buena mezcla permite a los países desarrollados estabilidad energética. Es tiempo de las renovables, y de esperar que este gobierno voltee a ver lo que el futuro nos ofrece, una verdadera palanca de desarrollo… y dejar el petróleo para la petroquímica

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