La especie se encarga de reciclar la materia orgánica en descomposición de frutas, verduras y cadáveres
Por: 24 Horas – El diario sin límites
Se cree que las moscas son sucias y transmiten enfermedades, pero sin ellas se acumularía el material en descomposición en cantidades inimaginables, por tanto su proceso sería mucho más tardado, afirmó la líder del Laboratorio de Genética y Toxicología Ambiental y del Banco de Moscas de la Facultad de Ciencias de la UNAM, Patricia Ramos Morales.
“Han transformado sus alas para que el segundo par se convierta en su órgano de equilibrio y tengan una gran capacidad para moverse en el medio ambiente”, señaló la investigadora y afirmó son organismos sofisticados y novedosos.
Destacó que con el cambio climático esta especie resulta afectada; por ejemplo, con temperaturas muy elevadas se reduce su fertilidad y provoca una modificación en la distribución geográfica de las especies.
Desde hace más de 100 años las moscas se han investigado en laboratorios de experimentación, fueron de los primeros organismos en obtener su genoma completo.
Se sabe que 70% de su ADN es igual al del humano, y de este porcentaje, 75% está asociado con enfermedades de la humanidad; los científicos estudian diversos males, desde la infertilidad, diabetes, hasta la enfermedad de Parkinson.
La especialista refirió que a través de las moscas puede saberse si un sitio está contaminado. Por ejemplo, en una imprenta, donde se ocupan pinturas y solventes, la oficina podría contaminarse por estos vapores.
Además, fueron los primeros organismos en los que se estableció, en condiciones de laboratorio, el riesgo que implica la exposición a radiaciones y los cambios que causan en el material genético.
De acuerdo a UNAM Global, las moscas que comen material vegetal existen desde hace 150 millones de años, y se han identificado más de 27 mil especies del género Drosophila.
Sabías que las moscas…
Pertenecen al grupo de los dípteros, que también engloban a los moscardones y los mosquitos.
Existen más de 120 mil especies diferentes.
Llegan a incubar hasta 2 mil 500 huevos en un mes, pero la vida adulta de uno de estos dípteros no sobrepasa los 60 días.
Han sido veneradas por diferentes culturas a lo largo de los siglos; eran vistas por los faraones como sinónimo de la valentía y resistencia al enemigo. Obsequiar a los guerreros más fuertes del imperio con moscas de oro era uno de los regalos más honrosos de su época.