Alejandro Armenta y Miguel Barbosa, quienes buscan la candidatura al gobierno, por separado han externado que lo mejor para el partido es la unidad, aunque en la práctica las acusaciones mutuas estén a la orden del día.
Por: Mario Galeana
A Alejandro Armenta Mier y a Miguel Barbosa Huerta los une el llamado a la “reconciliación política” como bandera electoral, pero la disputa que mantienen para tratar de conseguir la candidatura de Morena al gobierno de Puebla se ha convertido justamente en lo contrario.
Durante el fin de semana, la corriente barbosista acusó al senador por realizar supuestos actos anticipados de campaña en los que se habrían utilizado recursos públicos.
El portavoz de la denuncia fue el coordinador de la bancada de Morena en el Congreso local, Gabriel Biestro Medinilla, quien cuestionó que 55 integrantes del Grupo Parlamentario de Morena hayan utilizado el Senado de la República para respaldar la candidatura de Armenta Mier.
“Hay que ser cuidadosos en el uso de los recursos públicos para cuestiones de competencia interna. Yo no vi que hubiera 50 senadores ahí. De hecho, yo tengo amigos y amigas senadores que fueron brigadistas y que conozco desde hace mucho tiempo que me dijeron que ni siquiera firmaron”, criticó el diputado local.
En respuesta, el senador pidió a los barbosistas serenarse y negó que el espaldarazo a su favor haya violado la ley electoral. “No hay actos anticipados de campaña porque no hay campaña. Lamento los comentarios que, entiendo, son producto de las afinidades. Los entiendo muy bien. Están un poquito nerviosos, pero los invito a que se serenen”, dijo ayer, en una reunión realizada con empresarios poblanos.
Luego, insinuó ser el único aspirante que enarbola un “genuino” llamado a la reconciliación: “La reconciliación tiene que ser auténtica —esto no va dirigido para nadie—, (y) tenemos que ser congruentes. Cada uno puede hablar de un tema, pero sólo nuestros antecedentes pueden acreditar lo que proponemos, la congruencia de un planteamiento”.
Barbosa Huerta también intervino en la discusión sobre el pronunciamiento de los 55 senadores —cuyo artífice fue Ricardo Monreal Ávila, coordinador de Morena en la Cámara alta—, pero lo minimizó al calificarlo como un “incidente al que no le doy ninguna trascendencia”.
“No debió haber ya dentro del proceso electoral local un pronunciamiento político, y más si fue uno interno, que corresponde a un partido. Pero no pasa nada. Los senadores no votan en Puebla, no son dirección política. No pasa nada, no va a resolver nada”, declaró el pasado sábado 9, tras reunirse con un grupo de consejeros estatales de Morena.
ACENTÚAN DIVISIÓN
Mientras Barbosa Huerta y Armenta Mier aguardan la convocatoria que emitirá el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Morena para la candidatura, las acusaciones entre sus grupos se acentúan cada día.
Biestro Medinilla, por ejemplo, ha sido acusado por supuestamente haber ordenado el despido de trabajadores adscritos a Raymundo Atanacio Luna —principal operador de Armenta Mier en el Congreso local— y de José Juan Espinosa Torres.
Al presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política también se le vincula con la tentativa de destituir a Miguel Trujillo de la coordinación del PES, otro de los impulsores del senador.
En tanto, el diputado Héctor Alonso Granados cuestionó la condición física de Barbosa Huerta para enfrentar la campaña electoral, al mismo tiempo que se pronunció a favor de Armenta Mier.
