Las Serpientes
Por: Ricardo Morales / @riva_leo

La contienda interna de Morena por la candidatura a la gubernatura dejará muchas cicatrices difíciles de borrar.

La pugna entre Luis Miguel Barbosa y Alejandro Armenta provocó heridas graves, pero, sobre todo, exhibió cómo Morena se asemeja mucho a todos los partidos: una estructura monolítica donde las cosas se dictan de manera vertical y los demás obedecen.

El gran reto que tendrá este partido, como lo mencioné desde hace tiempo, es sumar a los que van a quedar resentidos luego de esta batalla, Armenta y Nancy, para evitar rupturas que, si bien no ponen en riesgo la victoria del partido del Presidente, en el futuro pueden comenzar a resquebrajar al nuevo partidazo.

Ni Armenta ni Nancy se van a ir de las filas de Morena, mucho menos le van a jugar las contras, no a Luis Miguel Barbosa, sino al Presidente de la República, pero el resentimiento ahí se va a quedar, para salir en una mejor ocasión.

Aún es muy temprano para jugar a las vencidas con un titular del Ejecutivo federal que tiene 100 días al frente de la administración pública y goza de un respaldo popular pocas veces visto, aunque su bono democrático, como todo en la vida, en algún momento irá a la baja.

Pero toda decisión de poder tiene un precio, Morena en Puebla no volverá a ser la misma luego de esta pugna interna, la cual evidenció, como al más viejo estilo del morenovallismo, que están primero los intereses (pragmatismo) que la ideología, lo cual en política no necesariamente es malo. El genial florentino Nicolás Maquiavelo en su obra El príncipe lo definió mejor que nadie: “El fin justifica los medios”.

El polémico tema de que las candidaturas se definan a través del método de las encuestas, sin duda da tema para discutir y polemizar sobre si ello no es una nueva forma de disfrazar los dedazos, tal y como ocurría en el antiguo régimen.

Por encuesta se definió la candidatura de Morena a la gubernatura de Ciudad de México y ocasionó la primera herida al interior de Morena cuando el dedo divino señaló hacia Claudia Sheimbaun en vez de beneficiar al personaje que se observaba con mayor popularidad, el entonces delegado de Cuauhtémoc, el ex perredista Ricardo Monreal.

La segunda ocurrió en Puebla, aunque desapareció ante la vorágine del fenómeno López Obrador y la pugna contra el morenovallismo. Esta ruptura se presentó cuando el ex rector de la Udlap Enrique Cárdenas Sánchez fue hecho a un lado en su intención de convertirse en el candidato de Morena.

Una tercera necesariamente se va a presentar cuando se den a conocer los resultados de esta nueva interna, la cual se prevé beneficie a Miguel Barbosa, en detrimento de Alejandro Armenta.

La lucha por el poder es de las más encarnizadas que existen, sólo se puede comparar en intensidad a la que se da por amor. Las heridas causadas por la contienda tardan mucho en sanar o tal vez nunca cicatrizan.

 

PANISTAS CON MORENA

Ver para creer. El grupo de panistas que busca impugnar la designación de Enrique Cárdenas Sánchez como candidato del albiazul a la gubernatura, ahora parece hacerle el caldo gordo a Morena.

El panismo se puede quedar sin candidato si las impugnaciones anunciadas proceden ante el TEPJF, aunque habrá que ver los argumentos legales que esgrima en defensa de Cárdenas Acción Nacional. Entre ellos puede ser que se trata de abanderar una opción ciudadana, la cual va en candidatura común con otros dos partidos.

La supuesta inconformidad de algunos panistas más bien parece estar encaminada a tratar de beneficiar a Morena y específicamente a quien sea el candidato a la gubernatura, que se conocerá en estos días.

Ni duda cabe, en Puebla todos nos volvimos locos y, si no, estamos a paso de hacerlo.