Mesa Cuadrada
Por: Gabriel Reyes Cardoso

Casi sin darnos cuenta, los poblanos nos vimos inmersos en una inestabilidad política silenciosa que no pasó a mayores gracias a la mediocridad de varios actores políticos, la mayoría de los cuales actuó como si no pasara nada o como si no les importara algo.

¿Con qué autoridad vendrán ahora a pedirnos el voto?

¿“Volver a Creer” en qué o en quién. Me pregunto si el PAN “solo alquiló la franquicia” como dijo una importante mujer, si abandonó Puebla al día siguiente del fatídico accidente, se aseguró de disolver el FRENTE plural, exitoso en los últimos 9 años y solo le importó recuperar su franquicia alquilada?

¿Qué  “nuevo comienzo” es el que dicen en el PRI que merecemos los poblanos, si en los últimos 9 años solo se guiaron por un discreto complicidio o por una notoria  incapacidad ante triunfos ajenos?

Los pocos que se quedaron en el PAN son los únicos que podrían volver a creer en su partido y los pocos que se quedaron en el PRI son los únicos que podrían volver a comenzar.

Y es que en Puebla la movilidad de políticos de un partido a otro no solo ha sido exageradamente rápida, también increíblemente  circular.  La macrocoalición de Rafael Moreno Valle en 2010,quitó y reacomodó militancia de todos los partidos en el PAN. La ausencia de Rafael Moreno Valle en 2019 volvió a reacomodar militancia de todos los partidos pero no regresaron al PRI ni se quedaron en el PAN, decidieron ir a Morena. Ni el PAN, ni el PRI, quisieron o pudieron recuperar  a sus militantes perdidos.

Por eso, un imponente éxodo de priistas y panistas, asegura al día de hoy, el triunfo de Morena y las nuevas razones de la 4a. Transformación hacen imposible la derrota de los seguidores del Presidente López Obrador.

Por eso Miguel Barbosa será el 7o. Gobernador del Estado de Puebla, en este siglo XXI.

Pero la movilidad no ha sido espontánea, ni en los próximos 6 años será errática. Un solo acontecimiento redireccionó la migración política de un extremo a otro.  Han sido los temores o las comodidades o los pactos secretos de los líderes nacionales  y locales los que han sumido en la indiferencia de los electores  a los partidos que dominaron Puebla hasta el último diciembre.

No hay, también, al día de hoy, candidatos fuera de MORENA que puedan poner en riesgo el triunfo de Morena. Tampoco hay votos fuertes que lo impulsen.  El nuevo voto fuerte se ha alojado en el partido del Presidente.

Dos razones, a mi juicio poderosas podrían apoyar esta relocalización.  La primera y la más importante está en la esperanza que López Obrador construye para todos los mexicanos. Los poblanos se han sumado a esa corriente cada día mayor, que apuesta por la transformación radical de las condiciones que no les han sido justas.

La segunda tiene que ver con la confianza que como energía necesita esta 4a. Transformación para que el esfuerzo de los poblanos sea más rentable.  En tiempos de inestabilidad y ante la indolencia de los líderes políticos, son la honestidad y la humildad las condiciones necesarias para remontar la crisis y evadir la tentación de un periodo de transición mediocre.  Hacia esa meta y también rápidamente los poblanos que estaban, confirman y los que no estaban, aceptan y siguen a Miguel Barbosa. Su mensaje está avalado por una agenda de objetivos posibles, urgentes y necesarios que se admiten, porque se cree en la voluntad y en la capacidad de un hombre que solo pide servir y que ofrece humildad y honestidad para hacerlo.

Por muchas razones más, Miguel Barbosa será gobernador.