Sin Derecho de Réplica
Por: Alberto Rueda / @AlbertoRuedaE

Por segunda ocasión, el originario de Tehuacán, Luis Miguel Barbosa Huerta, competirá por la gubernatura.

En 2018, bajo el método de una supuesta encuesta, fue el abanderado de la coalición Morena, PT y PES, dejando fuera de la competencia a Enrique Cárdenas, quien después intentó hacerse de una candidatura por la vía independiente, pero fracasó en el camino.

Luis Miguel Barbosa perdió la gubernatura, primero en las urnas y después en los tribunales, contra Martha Erika Alonso, fallecida el 24 de diciembre del año pasado.

Para Barbosa Huerta y para el presidente López Obrador se trató de un fraude electoral.  Con la apertura de un nuevo proceso electoral para suplir la ausencia definitiva de Alonso Hidalgo, Morena recurrió a una nueva encuesta cuyos resultados parciales se dieron a conocer la noche del lunes. La gente habría preferido una vez más a Luis Miguel Barbosa como su candidato por Morena, PT y PVEM (el PES está en el borde de la tablita, que no muerto), dejando esta vez fuera de la jugada a Nancy de la Sierra y a Alejandro Armenta.

En la de 2018 y ésta de 2019 no se dieron a conocer detalles de la encuesta; vaya, no se sabe si verdaderamente se realizó. En esta ocasión no fue diferente.

Por ello, no es tema menor que Armenta Mier haya salido enojado del recinto donde se realizó la conferencia de medios.

Dijo que “él tenía otras cifras”, fiel al estilo morenista.

“Haiga sido como haiga sido”, ahora Morena, el PT y PVEM tienen el reto de reconstruir verdaderamente la unidad para evitar fragmentarse.

Aun al tener como principal oponente al académico Enrique Cárdenas, la coalición Juntos Haremos Historia no debe confiarse.

Imaginemos un escenario donde Armenta Mier ponga su capital político (que no es poco) a disposición de Jiménez Merino o de Cárdenas Sánchez y repetir con un resultado cerrado como en 2018, esos votos podrían hacer la diferencia.

Por lo pronto, el ex rector de la Udlap fue arropado por los dirigentes y figuras nacionales del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano.

No lo van a dejar solo, puesto que Puebla se ha convertido en una arena política cuya batalla será vista por todo el país.

Ello significará un referéndum para el gobierno de López Obrador y la mayor tarea para la oposición.

Los mensajes de Marko Cortés, del PAN; Ángel Ávila, del PRD, y Clemente Castañeda, de MC, coincidieron en abrir los partidos a la ciudadanía, en la integridad de Cárdenas, quien “no tiene cola que le pisen” (aunque reavivarán el supuesto desfalco a la universidad), en su lucha por las causas sociales y a que es un perfil competitivo.

Sin embargo, Cárdenas Sánchez carga a cuestas su falta de oficio político.

Su mensaje se notó improvisado, en algunos momentos sin sentido y falto de esquema, con titubeos, sumado a que coincidentemente la bocina del INE sufrió un lapsus cuando decía las cosas más rescatables.

Cuando le pregunté que si veía esta segunda lucha contra Barbosa como una venganza por lo sucedido hace un año, su boca dijo que “no”, pero su mirada no dejó lugar a dudas.

Esta contienda es de dos, porque Jiménez Merino sólo será una pieza decorativa en esta contienda por Casa Puebla.