La Mirada Crítica
Por: Román Sánchez Zamora / @RomansanchezZ

A lo lejos, siempre lejos, nunca cerca, siempre apartada de todos, en ese ambiente hostil de una cárcel… Rocío… durante mucho tiempo la emancipada, la guerrera, la que buscaba apoyar la causas justas…

Su mirada se perdía siempre… desde su llegada… sabía a lo que se enfrentaría, cerró sus puños… y dijo –para morir nacemos—… y fue la última vez que respiró los aires enrarecidos esa mañana…

—Por fin tengo mi credencial para votar, ahora sí podré dar opinión para la integración del consejo municipal, del congreso, ser ciudadano es una gran responsabilidad— abrazó a su papá y se fueron caminando a casa.

Óscar Antonio, su padre, un abogado que le gustaba participar dentro de las discusiones del partido, nunca había sido titular de alguna cartera, pero no lo buscaba pues decía que era sólo parte del cambio pero no el cambio.

Hubo dos primeros ministros que se bajaron del presídium únicamente para saludarlo, la gente se admiraba de esa cercanía, pero además era un excelente orador, cuando había conflicto político le pedían de favor que mediara entre las partes.

Rocío de allí había aprendido, la niña del abogado, la hija que en ocasiones algún asistente tenía que cuidar para que su papá pudiera seguir dando algún curso que le encargaban de algún ministerio, sindicato o del mismo partido.

Dos veces Óscar fue propuesto para ser concejal y declinó la invitación –yo apoyo en lo que digan, pero este tipo de propuestas no creo que sea lo que yo busque—.

—He llegado al partido, he luchado dentro del partido desde niña, es necesario establecer escuela, es necesario sentir lo que proponemos, es necesario saber nuestro compromiso no sólo dentro del partido, sino para toda la gente…— dijo Rocío en su toma de protesta como militante activo de ese partido.

El partido perdió el control del consejo y llegaron los opositores.

—Era algo lógico, el último gobierno fue deplorable, los concejales se pelaban por todo, buscaba acomodar a sus familiares, se les olvidó lo que los llevó a esos cargos y la vergüenza nunca estuvo en sus léxicos de párvulos de lo político— dijo Rocío en su discurso como la abogada de ese grupo.

—Sin duda que eres mi gran orgullo, la gente espera a que tomes la palabra, la gente cree en ti, seguro estoy que serías una gran concejal y quizá alcaldesa de esta comunidad— le dijo su papá al abrazarle.

El tiempo político nuevamente se llegó…

Antes de la asamblea… unos policías y los del ministerio de justicia se acercaron a las puertas del partido… —Rocío, tenemos una orden para presentarla mañana ante el juez—

—¿Y de qué se me acusa?…— fueron sus últimas palabras en ese recinto.

Confiados en la abogada de abolengo le fueron a decir a su papá lo que había sucedido.

—Es algo político, te lo dije… que anduvieras con cuidado, pero tu hija habla y lastima oídos e intereses y al primer ministro no le agradó este último discurso, menos aun que vaya a las comunidades donde se planea hacer una serie de obras para la nueva mina y más aún sobre los nuevos pozos de agua… déjame ver qué se puede hacer…— le dijo el titular del ministerio de justicia.

En los países totalitarios se emplean sus estructuras para quienes buscan algo diferente, para quienes buscan remover esos vicios o hasta esas familias que controlan las cámaras o hasta los partidos políticos que dejan de ser públicos para ser patrimonio de familias.

Al sentido de la internacionalización de la economía le buscan controlar por medio del beneficio inmediato, luego estos primeros ministros o gobernantes pasan a ser parte de sus consejos directivos que, por obvias razones, son para los accionistas mayoritarios de esas empresas.

La tentación del cambio y del beneficio inmediato para sus familias siempre ha sido esa manzana codiciada que todos quieren, que va más allá de ideologías, la cual llega a ser parte de un anhelo, llegar a esos lugares para dar el zarpazo, y los discursos de igualdad y fraternidad sólo son un trámite para llegar y luego decir: yo siempre tuve dinero, mi familia siempre estuvo acomodada, pero no nos gustaba darlo a conocer a la gente.

La base de todo interés, de todo sacrificio, es la acumulación no importando el costo, no importando a cuantos se deba vender, encarcelar o hasta desaparecer, el motivo según ellos, vale la pena, el fin último en sostener a la república a cualquier costo (Kaufmann, 1993; Marx, 2015; Bakunin, 1995; Orwell, 2017; Sartori, 2012; Gramci, 1999, Maquiavelo, 2012).

—No juegues conmigo, han cambiado al titular de los centros penitenciarios para alargar más esto, hasta al mismo juez lo han removido y ya llevamos dos años, los tribunales nacionales han dicho que es algo político y han invocado la liberación y no se da… recuerda que conozco tan bien el derecho como tú o mejor que tú…— dijo Óscar muy alterado.

—Pero el titular soy yo y, le pido abogado que se dirija con respeto, pero bueno no ha sido por tu hija, han existido cambios y eso retrasa todo el trabajo de justicia— le dijo el ministro.

—Mira hagamos algo para que esto se termine… tu hija… fuera de lo político, tu entras como juez y todos tranquilos… y ahora mismo sale…— le dijo al oído… casi al despedirse…

—Para todos hay un precio…— dijo Óscar…

Al día siguiente antes del pase de lista… Rocío fue llamada…

Sin más… le entregaron sus pertenecías, firmó muchas hojas… media hora… la mano ya le dolía… su padre la miraba, cuando pedía leer… y el sólo le decía –por favor firma—…

La llevó a desayunar a su restaurante favorito… ya le esperaba su familia…

En la noche… su papá estaba en el sillón… Rocío se acercó… —No hay duda que el sistema tiene todo para seguir… fue duro… pero ya volveré…— su papá sonrió y le dijo… —por favor, por hoy duerme… un soldado sabe cuándo es tiempo de bajar las armas, sin dejar la batalla—…

La hidra perdió una cabeza… pero le han salido dos… que esperan en el tiempo para clavar el puñal de fuego en su pecho…